Opinión

Reflexión ante la inseguridad

Reflexión ante la inseguridad

Con la trágica muerte e irreparable pérdida de la joven dama Delci Miguelina Yapor Concepción, toda nuestra sociedad se llena de luto y a la vez nos tiene que llevar a una profunda reflexión de en qué país estamos viviendo, cuántos más deben morir para que declaremos ya prioridad nacional el tema de la seguridad ciudadana.

Es tiempo de tomar medidas contundentes y firmes para terminar con este cáncer que parece estar ganándonos la batalla. A veces me pregunto el porqué los buenos y devotos son muchas veces las víctimas y les pasan toda clase de vicisitudes, mientras los malintencionados parecen llevar la delantera, exhibiendo sus nefastos logros y hasta teniendo la suerte de morir de viejo.

Ah paradoja existencial, nos enseñan a poner la otra mejilla en vez del ojo por ojo y diente por diente, cual modernos mártires en un mundo donde la paz no merece cabida. Una triste realidad y confieso que casos como este, nos llevan a reflexionar con impotencia y hasta no entender el porqué de ciertas cosas, parece que a pesar de nuestros largos años, aun somos pequeños aprendices de los misterios de la existencia.

La policía ya identificó al hombre que provocó la muerte de la señora Yapor, de apenas 55 años, cuyo responsable fue el ex raso de la Fuerza Aérea, Franklin Padilla Núñez quien se entregó y confesó que había disparado a los dos hombres que se desplazaban en un motor quienes acababan de despojar de una cartera a una joven en el sector de Evaristo Morales.

El ex raso Padilla Núñez se encuentra detenido y será sometido a la acción de la justicia próximamente. Por Dios hasta donde permitiremos que se imponga en franco desafío el mal, ya es tiempo de que nuestras autoridades, con la colaboración de toda la sociedad, unamos esfuerzos para poner freno esta inseguridad ciudadana que nos está arropando y fuera de control.

Sabemos que con voluntad política y determinación no hay metas que no puedan alcanzarse, y sobretodo que esta otra lamentable muerte que hoy nos consterna, no haya sido en vano y trabajemos para legar una sociedad más segura y más justa a las futuras generaciones.

Mi larga experiencia publica al frente de importantes ministerios, incluso del orden público y la justicia, la diplomacia, entre otros, me facultan a llamar la atención a las autoridades para se tomen medidas efectivas y contundentes para parar en seco esta tragedia que cierra los caminos de luces y de superación que mantenido nuestra amada república.
Es un deber de todos los buenos dominicanos, que aunque silentes, somos más.

El Nacional

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