Opinión

Reforma  y sociedad

<P>Reforma  y sociedad</P>

La presentación al país de la concienzuda, objetiva e impostergable   reforma fiscal  por parte del presidente  Danilo Medina demuestra el deseo del mandatario de resolver el   problema de déficit fiscal que viene arrastrándose por más de 25 años.

         El déficit fiscal es un incordio que está presente en todas las economías mundiales, y el país que esté libre de este pecado que tire la primera piedra. Como retrato de esta realidad están los Estados Unidos, el país más poderoso, y que arrastra un déficit fiscal de  7.3 por ciento del PIB, mientras que  Gran Bretaña presenta un déficit fiscal de 10.4 del PIB. España exhibe un déficit de 9.2 por ciento   y Grecia adolece  de un déficit fiscal del 10.5 por ciento. Irlanda tiene  un 32 por ciento de déficit, mientras,  de su lado Japón tiene  9.70 por ciento. En México  el gasto gubernamental  se incrementó en un 45 por ciento este año, y en Costa Rica el déficit fiscal es de 2.5 por ciento.

         Pero las críticas de  algunos  políticos, economistas, y empresarios  a la propuesta de la necesaria  reforma fiscal son injustas y subjetivas, pues ocultan que la misma no golpeará la economía de los pobres.

         La censura de  políticos hay que entenderla, pues estos esperan cualquier cosa para  hacer oposición. La de algunos economistas por igual, pues hay de éstos que abandonaron instituciones internacionales para asumir la defensa de proyectos partidistas. Mas la oposición al proyecto fiscal de algunos empresarios, principalmente los de  zonas francas, se inscribe en la búsqueda de   privilegios estatales,  luego de la pérdida  de  prerrogativas  a raíz del fin de los Acuerdos Multi Fibras. Cabe  aquí la frase del economista William Simon: “Los empresarios desean verse libres del gobierno cuando prosperan, pero protegidos cuando les va mal”.

El Nacional

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