¿Qué Pasa?

Rejuvenecimiento facial a la orden del día

Rejuvenecimiento facial a la orden del día

Una gran variedad de tratamientos y procedimientos modernos garantizan dejar a un lado el paso de los años y lucir un rostro joven y lozano con un mínimo de riesgos siempre que todo esté en manos de profesionales garantizados en el área.
Estos van desde limpiezas profundas con aparatología como la microdermabrasión con punta de diamantes, que ayuda a corregir finas líneas de expresión, hasta procesos más sofisticados y de efectos más profundos como el plasma rico en plaquetas o PRP y los rellenos con Ácido hialurónico, explica la doctora Flor Emilia Alburquerque, propietaria de Gota de Agua Spa.

“Existe hasta la aplicación de la Toxina Botulínica o Botox como es más conocida, aunque este último es un nombre comercial del producto; el rejuvenecimiento facial con láser, la radiofrecuencia, los cócteles para mesoterapia de revitalización, los hilos tensores y aún muchos más que contribuyen a mantener y hacer visible la lozanía y juventud de la piel del rostro y cuello con mínimo o ningún riesgo de daño y que se han convertido en el día a día de nuestra práctica médica en el campo de la medicina estética”, detalló la profesional.

Qué hay del botox
Sobre los comentarios de que la aplicación del Botox suele dar la visión de que paraliza algunos músculos donde se aplica, Alburquerque explica que éste produce en efecto una paralización del músculo sobre el cual se pone, ya que causa la relajación a la estimulación nerviosa que mueve ese músculo y es este efecto lo que provoca la desaparición de arrugas o líneas de expresión que conocemos como signos de envejecimiento.

“Esta parálisis es temporal, por lo que luego de unos 4 a 6 meses debe repetirse la infiltración de la toxina para volver a conseguir los efectos deseados y continuar así, con esta periodicidad de infiltración por tiempo que en ocasiones será más prolongado en unas personas que en otras, sin tener que conllevar mayores riesgos de daños permanentes o irreparables”, dijo.

Según la profesional lo más importante al momento de decidir la aplicación del Botox es que sea evaluada, indicada y aplicada por manos médicas expertas pues más que el daño que puede provocar su uso prolongado en el tiempo, están los efectos secundarios o indeseados, los cuales son visiblemente desagradables, incómodos para el paciente y que no cederán hasta que pase el tiempo de efecto de unos 4 a 6 meses.

“Peor aún, habiendo riesgos hasta de muerte por la mala aplicación de la misma, si llega a migrar a otros lugares. Las zonas de aplicación más frecuentes para fines de rejuvenecimiento son: la frente, entrecejo, alrededor de ojos y boca y en menor proporción y el cuello y que es la zona de mayor riesgo en caso de mala aplicación”.

Las recomendaciones al paciente luego de la aplicación son mínimas, pero de vital importancia también para evitar malestares o síntomas que aunque pueden ocurrir de manera espontánea se reducen al mínimo o sencillamente no ocurren.