La Universidad de Puerto Rico (UPR) quedó descabezada anoche tras la renuncia de la presidenta interina, Celeste Freytes, luego de fuertes diferencias públicas con la administración del gobernador Ricardo Rosselló Nevares en torno al ajuste presupuestario del centro académico que exige la Junta de Supervisión Fiscal.
La renuncia de la presidenta y de los rectores se produce en momentos en que la institución universitaria se vio obligada a considerar recortes de 300 de dólares millones que implicarán un aumento en la matrícula del estudiantado, cuyos líderes no han descartado un paro general.
Varios recintos universitarios decretaron ayer la paralización de labores, entre ellos los de los municipios de Ponce, en el área sur, y Mayagüez, en la zona norte.
Anoche, cerca de las 8:00, la administración central de la UPR envió un comunicado de prensa en el que la señora Freytes anunciaba que efectivo el próximo lunes retorna a su cátedra tras presentar su dimisión a la Junta de Gobierno de la institución universitaria.
Tras una reunión con personal de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf), en la que presentó información adicional requerida para la confección del plan fiscal de la UPR, Freytes dijo “Creo firmemente en el proyecto de educación pública y construyo para su fortalecimiento… Eso me lo debo como claustral y como puertorriqueña”.
Posteriormente, los rectores de todos los recintos -con excepción del pueblo de Cayey- se unieron a la presidenta y presentaron su renuncia irrevocable en un comunicado conjunto publicado por la institución académica.
En ese comunicado, los rectores de los recintos de Río Piedras, Mayagüez, Ciencias Médicas, Humacao, Bayamón, Carolina, Arecibo, Aguadilla, Ponce y Utuado expresaron que “la presidenta de la universidad, después de celebrar infinidad de reuniones con representantes de los distintos sectores docentes, no docentes y estudiantiles ha hecho un gran esfuerzo para identificar áreas orientadas a reestructurar operaciones e identificar fuentes de ingresos de cara al futuro.
El resultado es claro: no se puede alcanzar la cifra requerida cortando el 36% de la asignación actual”.
Se citó que la salida de la presidenta de la UPR se da luego de haber respondido a una denuncia de La Fortaleza (sede del gobierno) sobre la alegada falta de transparencia de la institución con respecto a sus finanzas públicas.
Freytes dijo que se trataba de información “falsa”, y advirtió que la UPR se encontraba “en un momento donde su propia viabilidad está amenazada”. La Fortaleza responsabilizó a Freytes por no tomar las medidas necesarias para aplicar el ajuste de $300 millones.
