Por Marion THIBAUT,

DONETSK, Ucrania, 22 Jul 2014 (AFP) – El tren refrigerado con los restos de pasajeros del avión derribado en el este de Ucrania salió el lunes de la zona de la catástrofe mientras aumentaban las presiones a Moscú con una amenaza precisa este martes de nuevas sanciones.

Los ministros europeos de Exteriores deben examinar este martes nuevas sanciones aunque sin ir más allá del endurecimiento previsto en la cumbre europea del 16 de julio, según fuentes diplomáticas. Para adoptar sanciones económicas de gran envergadura, llamadas de “fase 3”, se requiere la unanimidad de los 28 Estados miembros y convocar una nueva cumbre europea.

El tren que transportaba los restos de 280 cuerpos de ocupantes del avión fue autorizado a abandonar el lunes por la tarde la estación de Torez, en la zona rebelde prorrusa del este de Ucrania, informó un testigo a la AFP.

La noche del lunes el convoy se encontraba en Donetsk, desde donde debía dirigirse a Jarkov, ciudad bajo control del Gobierno ucraniano, con una delegación malasia que recibió de los rebeldes prorrusos las dos cajas negras del avión derribado.

Al mismo tiempo, los rebeldes anunciaron a la prensa un alto el fuego en un radio de 10 km en torno al lugar donde cayó el jueves pasado el aparato de Malaysia Airlines para facilitar la investigación de las causas del derribo, provocado según Estados Unidos por un misil SA-11 lanzado desde la zona rebelde.

“Hemos decidido poner las cajas negras en manos de los expertos malasios”, declaró el “primer ministro” de la autoproclamada República Popular de Donetsk (DNR), Alexandre Baradai, ante unos 150 periodistas presentes a la una de la madrugada en la sede de las autoridades rebeldes.

Un experto malasio les dio las gracias. “No hemos encontrado las cajas negras del vuelo MH 370 (desaparecido encima del océano Índico – ndlr) y estamos contentos de poder recuperar éstas”, dijo.

“Veo que las cajas negras están intactas y sólo tienen alteraciones menores”, añadió.

En Jarkov, los cuerpos serán examinados antes de ser transportados en avión hasta Amsterdam.

Los restos de los pasajeros serán entregados a Holanda y Malasia recupera las cajas negras, explicó el primer ministro de Malasia Najib Razak, y añadió que los investigadores internacionales tendrán “acceso seguro” a la zona de la catástrofe.

De Jarkov a Amsterdam, los restos humanos viajarán en un C130 holandés acompañados por el equipo malasio. En Holanda serán identificados y entregados a sus familias pasando los servicios diplomáticos de cada país.

Las presiones internacionales a Moscú, considerada la protectora de los rebeldes, aumentaron este lunes.

El primer ministro británico, David Cameron, pidió que la UE adopte sanciones económicas de envergadura contra Rusia y cese las ventas de armas a este país, en clara alusión a Francia.

Es “hora de que (la UE) empiece a entrar en la fase 3 de las sanciones, y por ejemplo no creo que futuras ventas de armas por parte de cualquier país de Europa deban continuar”, dijo ante la Cámara de los Comunes, la cámara baja del Parlamento.

El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el lunes por unanimidad una resolución que reclama a los separatistas prorrusos el libre acceso con seguridad al lugar del siniestro del avión de línea malasio.

La resolución pide se que proteja la “integridad” del lugar de la catástrofe y que cesen allí las hostilidades.

El texto, redactado por los representantes de Australia y respaldado por 23 países, incluyendo Rusia, reclama que los responsables del ataque rindan cuentas y pide “a todos los países y protagonistas de la región” que colaboren plenamente con “una investigación internacional completa, minuciosa e independiente”.

Mientras el caso del avión malasio debilita de facto la posición internacional de los rebeldes y del Kremlin, el Ejército ucraniano intenta marcar puntos en el terreno. La mañana del lunes, realizó un bombardeo artillero entre la zona del aeropuerto y la estación de Donetsk.

Según un combatiente rebelde preguntado por la AFP, las fuerzas armadas ucranianas, procedentes del aeropuerto, llegaron a unos 2 km de la estación.

Más al este, según el servicio de prensa de la “operación antiterrorista”, la bandera ucraniana fue izada en Dzerjinsk, ciudad de 35.000 habitantes al norte de Donetsk. En la región de Lugansk, las fuerzas de Kiev retomaron la localidad de Rubijne y seguían avanzando hacia Severodonetsk y Lysytchansk.