El fallecimiento del maestro, Ramón Oviedo deja tristeza y vacío en la plástica dominicana, que lo valoró como un hombre que a pesar de su experiencia siempre conservó su trato dulce y afable.
A la hora de su deceso en la madrugada del pasado domingo, estuvo acompañado de sus familiares, tal y como lo expresó su nieto en su cuenta de Facebook, en la que manifestó haber vivido la noche más larga de su vida.
“Pero no ha sido en vano, porque acompañé hasta su último respiro junto a mis familiares, a un hombre inmenso, un forjador de sueños e ilusiones y más que eso a mi abuelo, mi padre y mentor, pido a Dios todopoderoso fuerzas para soportar porque tu presencia física me daba animo, me daba seguridad, me daba confianza y me protegía”, escribió Omar Molina Oviedo.
Los restos del bien llamado “Maestro Ilustre de la Pintura Dominicana” son velados desde las 9 de la mañana de hoy, en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln y serán cremados a las once de la noche en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
Ramón Oviedo Herasme dejó como recuerdo permanente sus trabajos como pintor, muralista, dibujante y grabador.
Nació en Barahona en el año 1924, y fue el Congreso Nacional de la República Dominicana quien lo reconoció como el “Maestro Ilustre de la Pintura Dominicana”, por sus aportes a las artes plásticas, realizadas en explosión de colores y formas inéditas. A la hora de su muerte contaba con 92 años.
Fue ganador de varios premios y reconocimientos nacionales e internacionales, entre ellos la Orden al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella (otorgada por el gobierno dominicano en 1997) y la Condecoración Chevalier de l’ ordre des Arts et des Lettres que emite el Ministerio de Cultura y Comunicación del Gobierno francés. Sus murales y cuadros son expuestos en diversos museos y foros internacionales, en colecciones públicas y privadas.
Oviedo tiene el mérito de haber sido el creador del logo para el Festival de la Nueva Canción Siete Días Con El Pueblo, efectuado en Santo Domingo del 25 de noviembre al 1 de diciembre de 1974, convocado por la Central General de Trabajadores.
En el año 1992 inauguró su mural titulado “Cultura petrificada”, en la sede principal de la Unesco en París, Francia.
