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Resurgen las barras en la capital

Resurgen las barras en la capital

Santo Domingo.-Los altos precios de los restaurantes y los impuestos que se pagan en estos, ha generado en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo la proliferación de barras, negocios que se dedican a las ventas de emparedados, jugos y otra variedad de comida rápida.

Ir a un restaurante incluye el pago de 18% de Impuesto sobre Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) y el pago de 10% de propina de ley, así como la propina voluntaria, lo que se convierte en una recreación “reservada” para un selecto grupo.

Sin dejar de mencionar la mesada al parqueador.
Aunque las barras o cafeterías, como generalmente se conocen estos negocios, también pagan gravámenes, resultan más baratas al consumidor.

El que visita una barra no necesariamente lo hace por su condición económica, sino muchas veces por aperitivo. Ejemplo de eso es Francisco Blanco, quien dice que le gusta comer este tipo de alimento con frecuencia.

El economista Henri Hebrard tiene su teoría sobre la proliferación de esos negocios y enumeró: los altos precios de los restaurantes; el cambio de vida de algunas personas; muchos trabajadores prefieren comer en las calles, por no tener tiempo de ir a sus casas; la rapidez en su elaboración de los estos alimentos y bajos costos.

“Son varios elementos, es una cuestión de costos, porque esos negocios (barras) venden más barato que los restaurantes que se dedican a la venta de pizzas, hamburguesas y de las comidas que conllevan un mayor proceso en su elaboración”, expresó.

Otra hipótesis de Hebrard al respecto, es que supuestamente muchos quieren recuperar la tradición dominicana, ante el auge de las franquicias extranjeras de comida rápida en la República Dominicana.

Agregó que hay cafeterías que no pagan impuestos al fisco y por tal motivo, pueden vender más barato sus productos, sin sacrificar su inversión.

Titina Santana dice que regularmente procura disfrutar un “jamón con queso”, acompañado de un “K de granadillo” (jugo de leche con granadillo). Se define fanática de estos alimentos, por lo que paga $110 por el sándwich y $80 por el jugo, presupuesto que puede variar si decide ir a Barra Payán acompañada de su hijo.

“Con menos de 400 pesos, mi hijo y yo cenamos y a veces hasta comemos. Yo no tengo capacidad de ir a un restaurante, porque gano poco en la empresa (privada) que trabajo y esos negocios dan en la madre a la gente con los precios”, expresó la dama.

Payán: un ícono

Cuando se habla de barra como concepto, necesariamente hay que mencionar la Payán, ícono en su clase. Esta surgió en el 1956, cinco años antes de la caída de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Hoy, unos 60 años después, este negocio, fundado por Juan Frías Payán (fallecido), es un referente de comida rápida para clientes y establecimientos comerciales similares que han surgidos.

Quien vive en la capital o anda de paso en la ciudad, ha escuchado hablar sobre la Barra Payán, ya sea por conocimiento de causa o referencia. Son especialistas en la preparación de jugos naturales y con leche, así como sándwiches.

Su nombre es sinónimo de calidad, buenos precios y tradición en comida rápida con sabor criollo, así lo describe Juan Ismael Frías (Juancho), uno de los herederos del establecimiento.

En los últimos años en el Gran Santo Domingo se incrementan estos negocios, instalándose en avenidas céntricas y de mayor flujo comercial y de personas.

Unos 10 años atrás, no existían tantos negocios de este tipo, pero si cafeterías, que aunque también se dedican a vender comida rápida, su menú y una capacidad de servicio es menor a las barras.

El que pasa por la avenida Venezuela y la Sabana Larga, en Santo Domingo Este, no le será extraño encontrarse con una barra. Esa concentración va de la mano de que en esas vías, en la última década, han proliferado grandes negocios de ventas de bebidas alcohólicas, tiendas, salones, bancos y otros, que generan la presencia de un gran público allí.

Los dueños de la Verdadera Barra, abierta hace un año en la Venezuela, están más que satisfechos, y no es para menos, ya que las ventas han superado sus expectativas, según comenta Argenis Ramírez, encargado.

Similar opinión tiene Enrique Rojas, administrador de Barra Román, que opera en la Sabana Larga. Éste entiende que ese resurgimiento de barras obedece a la gran cantidad de negocios de todo tipo que operan en el Ensanche Ozama y Alma Rosa.

En ambas avenidas cohabitan unas 10 barras. Además de las ya mencionadas están: D’ Jean, Súper San sandwichs; Sandwichs Express, Barra Don Juan, Cafetería Latina y otras. Dos más operan en la avenida San Vicente de Paúl.

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Distrito Nacional

La gran congregación de este tipo de negocio está en el Distrito Nacional, compitiendo con franquicias multinacionales de venta de emparedado y otros alimentos de comida rápida.

Esa situación de apertura obligó a Barra Payán abrir seis sucursales en el Distrito Nacional. Están ubicadas en las avenidas Tiridentes, los Próceres, Rafael Augusto Sánchez, Independencia, Correa y Cidrón y 27 de Febrero.

Hoy día, para nadie es sorpresa encontrarse con una barra en la Capital, contrario a lo que ocurría 10 años atrás, donde prácticamente solo existían la Barra Payán, Don Tato y Barra Payano.

Ante el incremento de consumo de los alimentos, surgió Barra Don José (tres sucursales), que incluyó en su menú mariscos y pescados.
Los dueños de esta barra optaron por instalarse al frente de negocios emblemáticos como Barra Payán, de la 30 de marzo y Don Tato, de la Máximo Gómez y una tercera en la 27 de Febrero.

En el Distrito Nacional operan también la Barra Piantini, cafetería Ortiz, cafetería La Perla, cafetería Don Guelo, Paco, cafetería Comedor Reina, Barra Los Próceres, entre otras, que son un paliativo para los de menos ingresos.

Todos los negocios mencionados tienen en común que ofrecen servicio a domicilio a aquellos clientes que decidan hacer un pedido desde la comodidad de su casa o lugar de trabajo.
Internacionales

Muchas cadenas internacionales, que tienen dentro de su menú sándwiches, están gravitando en la Capital. Entre esas se encuentran: Dannys, Emparedado, Picalo, Quiznos, Subway, Food Rocket, Food Truck Village, Luggas, Mustard’s y Sirimba. Hay que aclarar que estos restaurantes está dirigidos a un público de un nivel económico más holgado y están instalados en sectores exclusivos del Distrito Nacional.

Un apunte

Felices con barras.
Argenis Ramírez Luciano, administrador de la Verdadera Barra, ubicada en la avenida Venezuela, Santo Domingo Este, relaciona el auge de estos negocios, a la proliferación de discotecas, bares y colmadones en la zona.

Plantea que el mayor grueso de clientes que los visita lo hace en horas de la noche, pero aclara que también en la mañana y en la tarde hay una buena clientela, en especial de personas que trabajan en tiendas, farmacias, bancas de lotería y otros.

“En un año que tenemos aquí no tenemos quejas del buen recibimiento que hemos tenido. Nosotros ofrecemos calidad en el sándwiches y los juegos que preparamos para servir a los clientes que nos visitan”, apuntó Ramírez Luciano

El Nacional

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