El Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional ordenó anoche retirar de estrado al empresario transportista Arsenio Quevedo, acusado de patrocinar sicariato en el sector transporte, porque le subió la presión arterial.
Quevedo sufrió ayer en plena audiencia otra recaída, lo que obligó a que lo llevaran de emergencia a la clínica Abreu, donde se le puso un suero.
Mientras permanecía en el centro médico, el fiscal Eduardo Velázquez se presentó al lugar y le solicitó a los galenos que le permitieran retornarlo a la audiencia donde se le conoce el juicio de fondo junto a otros cuatro acusados de sicariato, pero su estado desmejoró en audiencia.
El abogado Francisco Benzán, quien comparte la defensa de Quevedo con el jurista Ramón Pina Acevedo, explicó que de una forma despiadada el fiscal Velázquez sacó de la clínica a su cliente para retornarlo al tribunal, lo que generó una discusión entre los médicos y el representante del Ministerio Público.
“Nos pidieron que saliéramos de emergencia supuestamente porque había mucha gente y tan pronto dimos la espalda lo sacaron a la mala y hubo una discusión con el cardiólogo que les dijo que hiciera lo que le diera la gana y el fiscal se lo llevó por su cuenta”, dijo Benzán.
Dijo que su defendido tiene cinco hernias discales , se le dispara la presión y no puede permanecer media hora sentado.
Ayer el Ministerio Público llegó a leer alrededor de un 40% de la acusación contra Quevedo.
