Opinión

Revolución prosperidad

Revolución prosperidad

Le anuncio formalmente al país que la revolución democrática del presidente Leonel Fernández, proclamada desde el 2004, emprendida desde octubre del 2006, fracasó. Un fracaso del neobalaguerista PLD.  Una estafa más al pueblo.

Esta revolución democrática leonelista,  distante de la democracia revolucionaria de Bosch, en 1963, fracasa al no ¨destrozar¨ el articulo 55, y peor aun, aumentar el poder presidencial, revitalizando el nefasto caudillismo, verdugo de la democracia nacional, casándose con la impunidad y la corrupción a través de un pacto que burla la institucionalidad y los organismos partidarios, promoviendo el transfuguismo y demás rastrerías antidemocráticas.

 Sin dudas, su autor es un recitador de  propuestas vacías.  Como lo diría Martín Kohan en museo de la Revolución. Como no puede ponerle límites a las palabras… No puede comenzar la revolución. El presidente Fernández fracasó.

El PRD es peor. Convertido  en instrumento político electoral inservible para defender los nobles intereses del pueblo, indomable por las bases del partido, macrocefálico, que no ha podido hacer  oposición mínima al destartalado gobierno peledeista, permite que este ex  candidato perdedor, le imponga un pacto; excluyente y apresurado, demostrando por enésima vez, que su mayor virtud es “tener cuartos”.   Ese aplauso estruendoso que se escucha es resultado de que somos una sociedad    dineraria, que nuestro  mayor valor es el dinero   y por él hacemos lo que sea.

Creo que Miguel Vargas ha fracasado al firmar el “pacto de los caudillos de la impunidad” e hizo fracasar al PRD. Un pacto que obstruye el proyecto de Danilo Medina y que revive al desastroso PPH. ¡El sistema político dominicano es un horror!

El PRSC, es una vieja prostituta, arrugada  y enferma, que nadie respeta.

Los grupos minoritarios, de derecha y de izquierda, no han podido superarse.

¡El sistema de partidos ha sido derrotado!  

  ¿Y ahora qué? Nunca es más oscura la noche que cuando va a amanecer.

Le informo al país que llegó la hora de la revolución. ¿Qué es una Revolución? Un proceso serio de cambios profundos en la sociedad.

Como la sociedad dominicana necesita urgentemente cambios radicales,  les propongo:

Activar un proceso democrático de lucha; cívico, pacifista, de creyentes, post-partidario, que le de centralidad  a tres conceptos fundamentales  de la reconstrucción de la república:

a) Prosperidad       b) Patria   c) Democracia

La máxima necesidad del pueblo es la prosperidad. La mejor dominicanidad  está obligada a desatar un proceso revolucionario que mejore el nivel de vida, como los chinos obviaron dogmas y principios de Mao y del partido, reteniendo sólo los que beneficiaban  a las  mayorías, y triunfaron.

¡Es la revolución  prosperidad! Es una revolución que cree en Dios, que ama, que perdona, que aplica  justicia. Esa revolución, tiene en sus valores patrios su mayor potencialidad y dirige  sus energías  hacia el buen funcionamiento  de la democracia, incluyente, participativa, popular,  próspera.

¡Que viva la revolución prosperidad!

El Nacional

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