La tarja que recuerda el asesinato del periodista Orlando Martínez fue robada por desaprensivos que el único valor que le vieron fue los pocos pesos que podían obtener con su venta por el cobre que contiene.

Reporteros de El Nacional se percataron esta mañana del robo, ocurrido en el monumento que se levantó en el lugar donde cayó abatido el mártir de la prensa el 17 de marzo de 1975.

El busto de Orlando está en la calle José Contreras, en el campus de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en el lugar donde fue asesinado por varios agentes policiales vestidos de civil y bajo las órdenes del coronel Joaquín Pou Castro, quien posteriormente fue condenado a 30 años de prisión por el crimen.

Otros condenados a 30 años de prisión fueron el sargento Mariano Cabrera Durán y al Rafael Alfredo Lluberes Ricart,

En el país existen fundiciones que compran metales robados, por lo que se ha hecho común cortar pedazos a estatuas que adornan las avenidas de Santo Domingo, así como el hurto de tapas de filtrantes, cables del tendido eléctrico y telefónico.

Tanto la Policía como el Ministerio Público han actuado con poco vigor frente a los que compran metales robados.

En un momento, el robo de metales llegó a una situación extrema, que obligó a las autoridades a prohibir su exportación.

Por el hecho fueron cerradas varias empresas compradoras de metales, donde se comprobó adquirían productos robados. Aunque muchos fueron sometidos, posteriormente fueron dejados en libertad.