Opinión

Roberto y la Duarte con París

Roberto y la Duarte con París

Hace más de un año, precisamente el 27 de mayo del 2013, el alcalde Roberto Salcedo anunciaba a los capitaleños la solución del caos nauseabundo que matiza el ambiente en el entorno de la Duarte con París. Ahora dice que necesita 600 millones de pesos para acabar con un problema que se extiende como la verdolaga.

La realidad es que para solucionar el problema basta tener la voluntad política y cumplir con la responsabilidad que los munícipes pusieron sobre los hombres del actual alcalde.

Los recursos económicos a que aspira el alcalde para solucionar un problema creado por el mismo cabildo al permitir que todo el que quiera tome un espacio en la acera o calzada de la París, para ofertar allí las más diversas mercancías y productos del agro. Amén de los delincuentes que anidan allí con la protección policial.

Más que dinero para limpiar el entorno de la Duarte con París lo que se necesita son guardias y una orden directa.

En ese entorno hay más de mil puestos ambulantes, de modo que para crear una plaza se requeriría de un espacio físico que no existe en el entorno, y como es lógico, los vendedores se negarían a un traslado a otro lugar.

Tradicionalmente, se ha demostrado que en el país, los desalojos no dan resultados por que la gente vuelve a su lugar de origen, y lo que generalmente hacen es vender al mejor postor las propiedades asignadas.

Más que los 600 millones de pesos a que aspira el síndico, para solucionar el problema se requiere de 600 guardias y una orden directa de imponer orden y control al precio que sea. La sociedad está por encima de las medidas populistas de algunos políticos.

De modo que para un problema de esa naturaleza se requieren medidas duras y responsables que el síndico no ha dado muestra de asumir. Pienso que Roberto está jugando al tiempo, a fin de dejar el problema a quien lo sustituya en el 2016.

Más ahora que como niño pobre con juguetes nuevos tiene el parque Iberoamericano para entretenerse durante las navidades y un poco más allá. El paternalismo no es la solución en este caso.

 

El Nacional

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