TORONTO. Cada bateador en la Liga Mayor de Béisbol atraviesa a veces por problemas, pero Robinson Canó no es como la mayoría de los bateadores, por lo que es sorprendente ver al seis veces All-Star segunda base de Seattle bregar con una depresión prolongada que lo tiene bateando .247 después de la derrota del domingo de 8-2 ante los Azulejos.

Canó se fue de 4-0 y mató los ataques en la primera y tercera entradas con rodados de doble matanza con hombres en primera y segunda, dejándolo sin hits en 11 turnos al bate en la serie en el Rogers Centre y en la búsqueda de respuestas mientras los Marineros se encaminan a Tampa Bay luciendo un récord 20-23.

“Yo no sé. Me siento bien. Estoy haciendo swing a buenas bolas”, dijo Canó. “Creo que simplemente estoy fallando mis lanzamientos, lanzamientos por el medio que he estado conectando fouls. No hay excusas para eso. Sólo estoy pasando dificultades. Pero cualquiera que pasa por eso tiene que mantener una actitud positiva”.

Canó estaba bateando para .304 el 25 de abril, pero ha bateado .210 (22-for-105) en los siguientes 26 juegos mientras su promedio ha caído a una marca bien al sur de la marca de su carrera a .308. El jugador de 32 años de edad, ha bateado por debajo de .300 sólo una vez desde su temporada de novato con los Yankees, bateando .271 en el 2008.

“Eso es algo en lo que yo estaba pensando anoche”, dijo Canó. “Estoy luchando, pero todavía bateando .250. Si tengo dos buenos meses, voy a estar de vuelta allí arriba. Sé que soy humano y yo sé que Dios es bueno. Las cosas siempre suceden por una razón. Si yo no trabajé duro en casa o hice mi trabajo cuando vine aquí, tratando de mejorar y mantenerme fuerte, entonces usted podría echarle la culpa a algo. Pero vengo aquí cada día a levantar y correr y hacer todo. Es sólo que las cosas no están funcionando para mí en este momento”.