La vida de las personas se perfila en el conjunto de las demás, y nadie puede destacarse sin el apoyo coincidente de seres queridos y también de la comunidad. Al recordar la efeméride del Patricio, no queda más remedio que referirnos a su hermana preferida, Rosa Duarte.
La joven, fue participante activa en la causa de la independencia dominicana, integrada en La Trinitaria, sociedad secreta político militar creada por el Patricio y otros relevantes dominicanos y dominicanas, el 16 de julio de 1838, con el objetivo de asumir acciones por la independencia del país.
También Rosa Duarte era integrante de La Filantrópica, sociedad abierta y de carácter público creada como modalidad cultural a la que podían asistir quienes quisieran cultivar la oratoria y otras artes reconocidas para entonces. A través de mensajes patrióticos y bajo el lema “Paz, Unión y Amistad”, en el caso de Rosa y otras integrantes, desde el teatro, reunían recursos para preparar las municiones y creaban conciencia independentista en la audiencia, que no era poca.
Pero el valor de esta mujer, no se circunscribió a la gesta libertaria y siendo mujer, asumió el peso de su familia también en el exilio y hasta su muerte, negándose a si misma un programa propio de vida. Acompañó a su madre y a sus hermanos y hermana en la retirada forzada, y a ellas y ellos les dedicó su vida.
Esta mujer, además, tuvo la lucidez de recopilar en un documento único, la experiencia de vida del Patricio, dedicándose a reunir los recuerdos todos de su hermano y detalles de su heroicidad. La referencia es sobre “Los apuntes para la Historia de la Isla de Santo Domingo y para la Biografía del General Dominicano Juan Pablo Duarte”, escritos hacia 1876.
De acuerdo al Prefacio de la primera edición recuperada del documento de Rosa Duarte, escrito por Pedro Troncoso Sánchez, en 1970, “los apuntes de Rosa Duarte han sido y seguirán siendo seguramente, el punto de partida, la primera fuente y la base por excelencia para emprender cualquier indagación y cualquier análisis referentes al Patricio o en relación con el”.
La Historia, como materia, estudio y base de la comprensión de los hechos que conforman nuestro perfil nacional, no ha sido justa con nuestras mujeres heroicas, y en ese sentido, existe una deuda a saldar por quienes investigan nuestra vida como país.
Sin las mujeres que los acompañaron, los hombres que honramos como próceres, jamás hubieran podido culminar proceso alguno. Es bueno que lo sepamos y las reivindiquemos.
