La semana pasada fue celebrado exitosamente el XVI Foro Iberoamericano de Derecho Administrativo, organizado por la Asociación Dominicana de Derecho Administrativo (ADDA) y la Fundación Institucionalidad y Justicia, conjuntamente con el Foro Iberoamericano de Derecho Administrativo. Dicho evento fue dedicado a la Dra. Rosina de la Cruz de Alvarado, jurista y maestra de generaciones de Derecho Administrativo en el país.
Conocí a Rosina en la década de los setenta, cuando yo apenas era un estudiante de primaria, pero que siempre seguía muy de cerca las actividades de mis padres. Rosina se instaló en el bufete de mi papá, Salvador Jorge Blanco, en Santiago, y como era natural, siempre nos encontrábamos en la oficina, y por supuesto, de vez en cuando, podía saborear sus reconocidos patés, que ella misma hace, y que son espectaculares.
Luego, cuando mis padres se trasladaron a Santo Domingo, la relación familiar y profesional continuó. Tuve la oportunidad de aquilatar su extraordinaria capacidad y vocación de maestra cuando fui su estudiante de Derecho Administrativo, cuando inicié mis estudios de Ciencias Jurídicas en Santiago. En esas clases, a través de ella, conocí al maestro Jean Rivero, autor de “Droit Administratif”. Hoy es una de mis consultas preferidas.
Muy pocos juristas conocen la radiografía del poder, como Rosina. Recuerdo sus análisis sobre el control del Leviatán, ese monstruo marino que cuando se apodera del poder, lo usa de forma descontrolada y su control es un reto. De igual manera, el principio de la legalidad como base esencial de la democracia. Rosina fue de los primeros juristas en abordar con seriedad el entonces Artículo 55 de la Constitución, que era y es el eje del poder en nuestro país.
Su experiencia, y sobre todo por su cariño y lealtad a mi padre, la puso en todo su vigor en aquellas jornadas del proceso que se instauró a fines de los ochenta, y que fue la historia del uso de la justicia con fines políticos. Fue la única mujer que engalonaba con su maestría y destreza a abogados defensores brillantes. Mi reconocimiento y gratitud siempre.
Rosina es una jurista reconocida por sus luchas no solo en el ámbito del derecho administrativo, sino por los derechos de la mujer. Ha sido reconocida en diferentes ámbitos. Me sumo a la alegría de la comunidad de ADDA.
