Opinión

Salud con educación

Salud con educación

Nos gusta repetir en nuestro desesperado afán de ser útil y enseñar algo, que el quehacer político menester que sigue siendo determinante en nuestro proceso institucional democrático es siempre arte, ciencia y realidad.

En mi columna del Nacional, periódico que dice lo que le gusta al pueblo, el jueves pasado nos referimos al desenlace ocurrido de los 11 niños muertos en el Robert Reíd destacamos que a nosotros no nos había sorprendido el desenlace, porque modestia aparte llevamos registro de las mayorías de los departamentos, principalmente de aéreas sustantivas como lo es la salud del pueblo, la educación, el medio ambiente, la seguridad, las viviendas, la justicia para todos, nuestra economía y otros.

Pero en el compromiso de este jueves voy a llamar la atención al superior gobierno a través de los distinguidos ministros de salud pública, Dra. Altagracia Guzmán Marcelino y el Lic. Carlos Amarante Baret de educación, nuestros médicos para que en este momento histórico que enfrentamos con fuerza la eliminación del analfabetismo total, en busca de una educación de calidad para el desarrollo seguro de nuestro pueblo.

Recurrimos en este momento, que enfoquemos juntos producir una novedad con el problema de la salud y la educación, para que el sobrante presupuestario que obtendremos en este ano y próximamente que terminaremos con las escuelas construyéndose en el país, dicho sobrante presupuestario podríamos utilizarlo a favor de la salud, aprovechando dichas escuelas nuevas en tandas extendidas designándose allí médicos también, que garantizarían diariamente la salud preventiva escolar, especialmente para las vacunaciones estudiantiles y manteniendo así mayor control con la movilidad de los estudiantes.

Es una idea que la vemos factible para ayudar a vadear la falta de recursos del sector salud y se me ocurre pensar más que original dicha idea alimentando aquella interesante ocurrencia de nuestro amigo presidente que calo cuando llego al poder con la propuesta de hacer lo que nunca se ha hecho.

Nuestra modesta idea es más que procedente aprovechando la conciencia puesta en evidencia en este momento por el superior gobierno, con los cambios que acaba de producir para resolver este problema de la salud y la educación, repito áreas claves, en todo pueblo que busca su verdadero desarrollo.

Finalmente quiero felicitar a mi querido amigo Don Pepín Corripio, que acaba de ser distinguido recientemente con un justo doctorado Honoris Causa por la Universidad Utesa en Santiago. Hasta el próximo jueves.

El Nacional

La Voz de Todos