Los autores de los últimos crímenes registrados en el país, tienen antecedentes judiciales y han logrado salir de las cárceles por la indulgencia de algunos jueces que han variado la medida de coerción por una garantía económica.
Uno de los homicidios tocó las puertas de la residencia del presidente de la República, Danilo Medina, cuando una oficial del Ejército, escolta de una de sus hijas, fue muerta a balazos por inhumanos delincuentes, y uno de ellos apenas tenía 15 días que había sido excarcelado.
Cuando el jefe del Estado asistió a los funerales de la víctima, se quejó de la benignidad de la justicia y pidió que se actuara con mayor drasticidad contra la delincuencia. Realmente, nadie se salva de ser alcanzado por las acciones de los infractores de la ley. Recientemente, se reportó el asalto de dos damas, cuyos padres son reconocidos dirigentes políticos.
La Cámara de Diputados inició un importante trabajo para modificar los Códigos Penal y Procesal, a los fines de endurecer las penas y cerrar ciertas brechas para impedir que los imputados de graves hechos punibles puedan andar libremente por las calles.
Los legisladores de la Cámara baja aprobaron amplias modificaciones al Código Penal que incluye, entre otras, una condena máxima de 40 años y la acumulación de pena por crímenes y delitos hasta 60 años de reclusión mayor. También tipificó el sicariato y el autor intelectual de los transgresores de la normativa penal.
La vigente legislación no tiende la figura del autor intelectual de un crimen y quienes son involucrados como tales por estas acciones, son juzgados como cómplices de los cargos puestos en su contra y la pena que se les imponen es inferior a que se estipula a los autores materiales.
