¿Qué Pasa?

Se creen que son, más ya nada son

Se creen que son,  más ya nada son

No importa las profesiones en las cuales se haya preparado ni el oficio al que se dedique o se haya dedicado. Si usted usó y abusó de los estupefacientes durante un tramo importante de su vida, sobre todo de aquellos altamente adictivos como la heroína y la cocaína, sencillamente su cerebro no pudo haber salido ileso de los golpes que provoca un vicio tan dañino, tarde o temprano acusará las secuelas de ese temible terremoto neuronal, se craqueará.

Entre otras manifestaciones, su memoria y su sentido de responsabilidad perderán gran parte de tu tino y prestigio. Psiquiatras y psicólogos, basados en estudios científicos aprobados, dan fe de ello.

En una oportunidad nosotros hablamos del tema y consultamos a uno de los más connotados profesionales de la conducta de este país, quien certificó que lo que habíamos escrito obedecía a la absoluta verdad.

Mentir con naturalidad es una de las prácticas que adictos y ex-adictos, incorporan a sus vidas aún sin darse cuenta. Se muestran hipergenerosos, hacen estrambóticas promesas, suelen decir a boca llena que visitan asiduamente a las personas a quienes les deben lo que hoy son, y más aún, lo declaran en reuniones públicas y hasta en la prensa.

He sido muchas veces y cada vez con más frecuencia, objeto de los delirios amnésicos de estas pobres figuras, que a todas luces han perdido su sentido de la realidad. Son muchos los dominicanos de diferentes profesiones y oficios que hoy acusan visos de este síndrome.

Resulta más que asombroso, muy penoso, la increíble facilidad con la que afirman como verdad mentiras patéticas. Peor aún, apostillando su delirio con un ridículo gesto de superioridad adoptado, como el de aquel que le ha dado por mirar por encima del hombro a los pobres mortales.

¿Que quiénes son? Usted los puede ver en canales de televisión recitando sus mentiras y tratando de inspirar respeto, mientras cantan su antigua gloria. Me da mucha pena. Todavía creen que son, más ya no son nada.

El Nacional

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