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Se cumplen 50 años del ascenso al poder del profesor Juan Bosch

Se cumplen 50 años del ascenso al poder del profesor Juan Bosch

“No deseamos el poder para gobernar con amigos ni contra enemigos, sino para gobernar con dominicanos para el bien  de los dominicanos… No espere nadie el uso del odio mientras estemos gobernando. Nosotros estamos aquí con la decisión de amar, no de odiar; dispuestos a crear no a destruir; a defender y a amparar… Mientras nosotros gobernemos en la República Dominicana no perecerá la libertad”.

Esta fue la introducción del discurso de juramentación como presidente de la República que pronunció el profesor Juan Bosch, el 27 de febrero de 1963, hace ahora medio siglo. En un acto sencillo y bien organizado, efectuado en la parte occidental del Palacio del Congreso, en el Centro de los Héroes, estaban  los presidentes  Rómulo Betancourt, de Venezuela; Francisco Orlich, de Costa Rica; Ramón Villeda Morales, de Honduras; el vicepresidente de los Estados Unidos Lindon B. Jhonson, y el gobernador de Puerto Rico, Luis Muñoz Marín. También el expresidente costarricense José Figueres, así como numerosas delegaciones extranjeras.

En un hecho insólito en los anales de la política vernácula, a la juramentación de Bosch se  abstuvieron de asistir cinco de los siete miembros del Consejo de Estado, que gobernó el país de manera transitoria. Los consejeros y sobrevivientes del ajusticiamiento de Trujillo, Luis Amiama Tió y Antonio  Imbert Barreras, estuvieron en los actos. Para justificar su inasistencia los gobernantes ausentes  alegaron  “falta de invitación de los organizadores”.

Del Palacio del Congreso, el nuevo presidente, invitados especiales, el cuerpo diplomático y la plana mayor  del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), participaron en un tedeum en la Catedral Primada. Luego  Bosch se instaló en el Palacio Nacional, donde se dio a conocer los integrantes de su gabinete, compuesto de 14 secretarios de Estado, la mayoría de los cuales no había  realizado actividad política  en la organización perredeísta.

 Entre estos figuraban el secretario de las Fuerzas Armadas  mayor general Víctor Elbis Viñas Román, proveniente de una familia vinculada a la Unión Cívica, quien tres meses después encabezaría el golpe de Estado que derrocó a Bosch. El veterano político y destacado productor agropecuario licenciado Silvestre Alba de Moya, en representación del Partido Nacional,  el independiente Andrés Freites Barreras y el empresario Diego Bordas.

En los primeros 15 días de gestión el nuevo gobierno firmó  un contrato con el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID), por un monto de 3.5 millones de dólares, para la construcción de cinco mil viviendas para personas pobres y pagaderos en 27 años, mediante 53 cuotas semestrales. Además, la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID) transfirió la suma de   US$22.7 millones   que estaba retenida por los Estados Unidos, a raíz de las sanciones económicas impuestas al régimen de Trujillo. También se  firmó  un contrato con la empresa Overseas, de Londres, para la construcción de las presas de  Tavera y Valdesia, por un valor de 150 millones de dólares. 

Bosch   emprendió una política de austeridad presupuestal  con la supresión de cargos, rebajas de sueldos y cancelación de pensiones y jubilaciones privilegiadas otorgadas por el  Consejo de Estado. Para  fortalecer el sistema de divisas suprimió la entrega de dólares que se facilitaba a los viajeros.

Una semana después de estar en el poder, el 6 de marzo, falleció la madre de Bosch, doña Angela Gaviño, y mes y medio después murió su padre, don José Bosch Subirats. El vicepresidente, Dr.  Armando González Tamayo, sufrió un accidente automovilístico el 24 de abril  con  lesiones en diferentes partes del cuerpo. En el trastorno  pereció la niña Gladys Echevarría, quien le acompañaba junto a su esposa.

El Nacional

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