Opinión

Se impuso la razón

Se impuso la razón

Aunque la sexualidad humana es una realidad incuestionable presente en nuestra vida personal, que incluye: deseos, fantasías, identidad de género, normas, y capacidades reproductivas.

La verdad es que en República Dominicana el tema debe pasar del marco teórico a acciones que pongan fin a los embarazos en adolescentes. Somos número uno en este renglón en América Latina.

En todas las sociedades el instinto sexual se enfrenta a un complicado y sutil sistema de prohibiciones, reglas, valores, y costumbres que van más allá de las necesidades biológicas, y que enmarcan a la sexualidad como una construcción cultural.

Para Profamilia y las instituciones que actúan en base a la razón, el concepto de sexualidad es un conjunto de significados dados a ciertas prácticas y actividades, tomando como referencia cifras estadísticas que revelan la realidad “real” del problema.

Hoy la sexualidad es un conjunto de reglas y normas, en partes tradicionales, en parte nuevos y un conjunto de cambios en la manera en que los individuos se ven llevados a dar sentido y valor a su conducta, a sus deberes, a sus placeres, a sus sentimientos y sensaciones, a sus sueños.

Todo parece indicar que la música, el cine y la televisión tienen una mayor influencia que las regulaciones familiares y eclesiales.

Los medios electrónicos han promovido entre las cultura juveniles una intención de vida contemporánea que lleva a abandonar a las generaciones anteriores.

Sin embargo, muchos de estos adolescentes a través de la música encuentran mensajes que incitan a tener una relación sexual irresponsable corriendo el riesgo de tener un embarazo no deseado o una infección de transmisión sexual.

Los católicos, como amante de la vida que somos, nos preocupas que el 19% de las muertes maternas sea de adolescentes, así como el 18% de los casos de embarazos que llegan a los hospitales. Eso hay que detenerlo, y la mejor forma es con una campaña de orientación responsable, como la de Profamilia.

El Nacional

La Voz de Todos