KABUL, 06 avr 2013 (AFP) – Seis miembros de la coalición de la OTAN, entre ellos cinco estadounidenses, murieron este sábado en dos atentados ocurridos en el sur y el este de Afganistán, en la jornada más sangrienta para la coalición internacional en cerca de ocho meses.
Este balance, el peor desde el 8 de julio de 2012, cuando siete soldados de la OTAN perdieron la vida en dos ataques diferentes, también en el sur y en el este del país, coincidieron con la sorpresiva visita del general Martin Dempsey, el jefe del Estado Mayor Interarmas de Estados Unidos a Afganistán.
Cinco de las seis víctimas –tres soldados y dos civiles– son estadounidenses, dijo una fuente de la seguridad en Washington. La otra víctima es afgana, según un comunicado del Departamento de Estado norteamericano, que habla de muertos “estadounidenses y afganos” en la provincia de Zabul.
El ataque más sangriento se produjo en la provincia de Zabul, un territorio inestable situado en el sur de Afganistán. “Tres miembros de la ISAF y dos civiles pertenecientes a la coalición murieron en un atentado con bomba artesanal”, indicó la ISAF en un comunicado.
Un portavoz de la ISAF declaró por teléfono a la AFP que el atentado se llevó a cabo con coche bomba.
Un segundo ataque de los insurgentes, esta vez en el este de Afganistán, causó la muerte de un civil estadounidense, indicó el ejército de este país en un comunicado, sin ofrecer más precisiones.
Los talibanes reivindicaron el atentado de Zabul en su página web Voice of Jihad (Voz de la Yihad) e informaron de un “atentado fructífero de un mártir” ocurrido cuando “el gobernador provincial se acercaba a una aglomeración de invasores extranjeros para visitar un hospital recientemente construido”.
El atentado también causó muertos civiles afganos, dijo ISAF.
Según un responsable local que pidió el anonimato, “un coche cargado de explosivos estalló el sábado por la mañana en el distrito de Qalat (provincia de Zabul) al paso de un convoy de la OTAN”, dejando “numerosas víctimas”.
Soldados estadounidenses y rumanos están acantonados en Zabul según la página de ISAF.
“Estábamos en camino para asistir al programa previsto cuando se escuchó una explosión cerca de nuestro convoy. Había vehículos y soldados extranjeros cerca del lugar de la explosión”, dijo a la AFP Ashraf Naseri, el gobernador de Zabul.
“Un médico y un civil han muerto y dos de mis guardaespaldas resultaron heridos”, agregó.
Según los talibanes, que suelen exagerar las pérdidas infligidas al enemigo, 11 “invasores” han perdido la vida y 9 fueron heridos, mientras que un guardaespaldas del gobernador murió y otros dos fueron heridos.
Pese a los 11 años de presencia de la coalición de la OTAN, que los echó del poder, los talibanes no se han rendido. Prosiguen su guerrilla contra las fuerzas internacionales y afganas, principalmente en el sur y el este del país.
La seguridad de Afganistán se está transfiriendo progresivamente a las fuerzas locales, cuya formación y equipamiento, en particular aéreo, son muy deficientes. Pese a la cantidad, -más de 330.000 policías y soldados- no parecen haber logrado acabar con los talibanes, que diezman a las tropas regularmente.
Entre marzo de 2012 y marzo de 2013, cerca de 3.000 miembros de las fuerzas afganas han muerto, casi el mismo número de bajas que registró la coalición en 11 años.
Muchos afganos temen que su país caiga de nuevo en la guerra civil cuando las tropas de la OTAN se vayan, como ya ocurrió entre 1992 y 1996, dejando decenas de miles de muertos.
