Opinión

Senado que no merecemos

Senado  que no merecemos

Susi Pola

Las dominicanas no merecemos un Senado como este. Empezando porque mantenemos y equilibramos la economía dominicana, como ya decía la Encuesta Nacional en Hogares de Propósitos Múltiples, ENHOGAR 2011, de la Oficina Nacional de Estadísticas, ONE, la proporción de jefas de hogar sin pareja, sea por viudez, divorcio, separación o por ser soltera, era superior al 50%, lo que indica, que la llamada jefatura femenina va en aumento.

Calculando que, del otro 50%, un porcentaje amplio de los hogares dominicanos necesitan obligatoriamente del aporte de la mujer para sobrevivir, podríamos contar que, en nuestro país, los hogares mantenidos por hombres solo llegarían a un 10 a 20%.

Y sumamos las estimaciones publicadas por el Banco Mundial, que dicen que, RD recibió en 2015 un total de 5,149 millones de dólares en remesas del exterior, y por harto calculado sabemos que vienen de las migrantes dominicanas.

En términos de poder, las dominicanas seguimos rezagadas por razones socio culturales y de tipo religioso, a quienes el Senado responde impúdicamente, porque es un recinto -salvo honrosas excepciones- de personas adocenadas por poder, viviendo en la doble moral mientras traicionan al pueblo, no solo a las mujeres. La firma inescrupulosa de contratos sobrevaluados lo confirman y aunque sean expertos y expertas en caminar sobre lodazales, mirarlos con indiferencia y condenarnos a la pobreza, lo hacen sin pena.

No merecemos un Senado al que no le importa que encabecemos la lista de países de América Latina con la mayor cifra de embarazos y uniones tempranas de niñas por debajo de los 15 años, sólo comparable con el África subsahariana.

Todos los días, 13 niñas de menos de 15 años están dando a luz en nuestros hospitales, en su mayoría, fruto de violaciones o abusos sexuales. Y sin declararlos porque no tienen cédula, por eso, de cada diez nacidos, seis salen sin registro.

Ni les importa que la mortalidad materna en nuestro país, sea la mayor de los países de la región y que el 20% de esas muertes, sucedan por abortos ilegales e inseguros.

No merecemos un Senado en la doble moral, olvidando que legislaron para La Estrategia Nacional de Desarrollo (END 2010-2030), que establece la integración del enfoque de género como eje transversal en toda política pública, para hacer lo que les ordenen sus adláteres y jerarcas religiosos, manteniendo el ejercicio de la violencia estructural que disminuye la vida de las dominicanas.

En fin, pensando que las dominicanas fuimos las que más votamos en las elecciones pasadas, no nos lo merecemos!

El Nacional

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