Opinión

Sentencia de la CIDH

Sentencia  de la CIDH

La inaudita sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, CIDH , ante todo como abogado de largas luchas, como dominicano comprometido con nuestro proceso institucional democrático, tan desnaturalizado afectando amigos, familias, y nuestra propia clase política, para colmo ahora esta sentencia más que dañina y amañada producida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, debemos como país soberano y libre que venimos actuando dando cátedras irrestrictas de respeto a los derechos humanos, nuestra constitución del 2010, con separación de los poderes del estado, dando ejemplo en estos momentos con el nuevo plan de regularización y naturalización de extranjeros, apoyamos sin reservas la posición oficial asumida por nuestro país libre y soberano, que nos motiva con la política de diálogo democrático, sentido humano y ayuda sin parangón a todas la etnias que inundan nuestro país por lo que avanzamos.

Nos ofende dicha sentencia, porque la misma no solo es inoportuna sino que demuestra un desconocimiento histórico que acompleja nuestro ego , ignorando nuestra historia de sacrificios y luchas que perfuman el quehacer político en un pueblo pequeño que ha venido madurándose y concientizándose.

Frente a esta significativa nueva ofensa, ruego la unidad nacional como nunca, manteniendo estoica calma pero reverdecida dignidad como nos corresponde como pueblo libre y sigamos utilizando a plenitud, no solo el valor que nos registra la historia, sino que apliquemos los altos recursos que da la buena diplomacia ejercida mundialmente, hasta lograr que su excelencia el honorable sr embajador James Brewster , nuestro principal aliado comercial de los Estados Unidos y demás excelencias jefes de misiones acreditadas en el país, para que de alguna manera ayuden a que sus respectivos países conozcan mejor nuestra historia de país independiente y libre desde el año de 1844 gracias a las acrisoladas luchas y sacrificios de nuestros libertadores, Duarte, Sánchez y Mella.

Este llamado lo entendemos factible para ver si dicha comunidad mundial retira los celos, a lo mejor de buena fe, que notamos que se mantienen inmiscuyéndose en las interioridades de nuestro pueblo y nos dejan disfrutar con tranquilidad de nuestras bellezas originales, nuestras playas, nuestra riqueza terrenal como benditas por Dios ciertamente. Consideramos que ya ha sido tiempo de que dicha comunidad mundial y especialmente nuestros queridos vecinos de Haití, hayan aprendido a respetar y comprender mejor que Republica Dominicana ha sido, el país que más se ha ocupado de Haití pero respetando y limitando como corresponde hacerlo cada uno con sus leyes y limites soberanos.

El Nacional

La Voz de Todos