Grimilda de Subero
Fueron sepultados ayer en el Cementerio Cristo Redentor los restos de la secretaria general de la Suprema Corte de Justicia, Grimilda Acosta de Subero.
Sus restos fueron velados en la tarde del viernes y la mañana del sábado en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln, por donde pasaron jueces, fiscales, abogados y empleados del Poder Judicial a darle el pésame a la familia Acosta Subero.
El pleno de la Suprema Corte de Justicia rindió el viernes en la mañana un homenaje póstumo de cuerpo presente en el salón de actos donde el presidente del Consejo del Poder Judicial, Mariano Germán Mejía, la definió como una mujer ejemplar y calificó su pérdida como irreparable, por su vocación de servicio ejemplar; fue un modelo en su desempeño y siempre estuvo dispuesta ayudar en el acceso a la justicia.
Es justo reconocer el trato preferencial que tuvo Grimilda con los reporteros judiciales cada vez que acudía o llamaban a la secretaría buscando una información relacionada con fallos y recursos depositados, los cuales siempre obtenían una información precisa.
También es justo reconocer el trato que tenía Grimilda con todos los abogados que asistían a la secretaría a depositar recursos entre ellos Ramón Pina Acevedo, Artagnan Pérez Méndez, Abel Rodríguez del Orbe, quien comenzó su carrera en el Poder Judicial en 1970 como secretaria en la Primera Cámara Civil y Comercial.
Doña Grimilda estuvo en la secretaría de la SCJ desde agosto de 1997, cuando Jorge Subero Isa fue nombrado presidente de ese organismo y el viernes fue la primera persona que dio a conocer su muerte en su cuenta de Twitter.
