Reportajes

Servicio de Transporte

Servicio de Transporte

Cientos de guaguas del transporte urbano, convertidas en chatarras, se mueven impunemente a diario por el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, prestando servicios de transporte, en las diferentes rutas de la ciudad, mientras ponen en riesgo la integridad de pasajeros y peatones que se movilizan a cada instante hacia su trabajos, centro de estudios, hospitales o  sencillamente a realizar una gran variedad de diligencias personales.

A pesar de las cuantiosas inversiones realizadas por el Estado Dominicano en los diferentes gobiernos, para eliminar las unidades destartaladas, es común ver guaguas del concho, con la carrocería podrida, sin luces traseras, delanteras, ni direccionales, tan poco tienen espejos retrovisores, ni los medidores internos que indican la velocidad o algún mal funcionamiento técnico (tablero).

Otras de las características de estos medios de transporte obsoletos, más por falta de mantenimiento que por el tiempo de uso, es que por la carencia de cristales usan cartones y fundas plásticas por si llueve, además, debido al deterioro de los asientos usan bancos de madera, y huácales de cervezas vacíos para sustituirlo.

“Mire uno se monta en estas guaguas por necesidad, ya que por 25 pesos, uno va bien lejos, ahora si le digo que lo que uno pasa no es chin, los asientos casi nunca sirven y siempre están sucios. Además los chóferes van súper lento hasta que entran en competencia contra guagua, ahí entonces se van matando” afirmó Patty Gutiérrez, empleada.

Algo que se debe señalar es, que son chatarras por lo que podemos ver de sus estructuras externas, pero en su interior es posible que todo sea peor, son maquinas que en cualquier momento podrían estar fuera de control. Problemas en los soportes del motor, en el guía hidráulico, frenos defectuosos y neumáticos lisos por el tanto uso, son parte de la lista de los inconvenientes internos de lo que sufren estos vehículos.

El caos en el transporte se ha convertido en un mal endémico en la sociedad Dominicana, la falta de organización de las distintas rutas de guaguas, por parte de la Oficina Técnica del Transporte (OTTT),  y la ineficacia de la OMSA, han dado como resultado que las chatarras se conviertan, en una arriesgada opción en algunos casos, a la hora de transportarse de un lugar a otro, en esta ciudad. 

Si bien es cierto que estas guaguas a pesar de todo lo ante descrito realizan un trabajo que beneficia a miles de personas diariamente, no menos cierto es que hay muchas cosas que empeoran a cada día.

El deterioro de las unidades es progresivo, no tienen paradas, ni horas fijas para pasar por un determinado lugar, lo que algunas veces crea incertidumbre entre los usuarios.

Las rutas están formadas por un grupo determinado de guaguas, con un control de salida y retorno.

Las guaguas son integradas por un chofer y un cobrador. 

El chofer es casi siempre un hombre de entre 40 y 60 años, una persona que vive siempre sobresaltado por la presión del día y por el trajín de tratar a diario con personas y otros chóferes.

De su lado, el cobrador es un personaje muy característico.

Su edad  está entre los 20 y 35 años, su aspecto muchas veces descuidado, con un lenguaje  descompuesto y obsceno  que raya en lo irrespetuoso, y siempre dispuesto a la pelea.

Este vive en una competencia permanente con otros cobradores por el pasajero indeciso.

El cobrador es un individuo que tiene mucha agilidad para bajarse y subirse de la guagua en movimiento y se la pasa enganchado a la puerta, vociferando su ruta y organizando los pasajeros por asientos.

“Marion, Feria, Kilómetro, falta uno atrás, péguense como anoche, reúnanlo por asiento, venga que hay asientos, saliendo con ello menudo”. Son algunas de las frases que se oyen a diario en boca de un cobrador.

Aunque en la mayoría de las guaguas la capacidad es de 32 y 14 pasajeros incómodamente sentados, le son eliminados algunos asientos para que su capacidad aumente.

Una de estas guaguas, puede verse como una pequeña empresa, ya que genera miles de pesos mensuales, aunque esto no se perciba en la aparienca del vehículo,  el chofer y mucho menos en el cobrador.

UN APUNTE

Sin soluciones

Los sindicatos de choferes y cinco instituciones del Estado, la Dirección General de Tránsito Terrestre (DGTT), la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), la Oficina Técnica de Transporte Terrestre (OTTT), la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), y la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), trabajan en problema del transporte, sin soluciones aparentes hasta ahora.

El Nacional

La Voz de Todos