Aunque para muchos la soledad es deprimente, no es menos cierto que disfrutar momentos de silencio contribuye a la búsqueda de paz y un reencuentro con uno mismo que puede ser muy beneficioso si se valora y aprovecha como tal.
Vivimos en un mundo de bullicios, donde muchos están callados porque escuchan música con audífonos. ¿Se ha perdido el verdadero valor del silencio? Ese que se disfruta cuando hemos culminado la rutina del día y sabemos que ya no seremos interrumpidos?.
El silencio es una fuente de introspección, o diálogo interno que nos ayuda a descubrir y explicar algo dentro de nosotros, explica el psicólogo Luis Vergés, quien agrega que éste también es un espacio que favorece la reflexión, análisis y meditación, todos, procesos sin los cuales nos sería difícil construir una buena y cálida relación con nosotros mismos, los demás y el mundo.
Vergés detalla que el silencio puede ser un buen momento para el encuentro personal con uno mismo siempre y cuando así lo valoremos y tengamos la capacidad y el conocimiento de cómo aprovecharlo.
“Hay personas que tienen muchos problemas no resueltos, a las cuales el silencio, lejos de ayudarles, les provoca ansiedad, y apelan al bullicio como una forma de no enterarse de su propio dolor y sufrimiento”, explica.
Según el experto el silencio o su aprovechamiento, es una habilidad que puede aprenderse y practicarse. Como todo buen hábito hay que comenzar viendo las ventajas que tiene y los problemas que puede ayudar a solucionar.
Ojo con la exageración
Como todo en la vida no hay que exagerar, explica el psicólogo. La vida nos convoca a establecer un balance en todos nuestros recursos y el silencio es uno de ellos.
“Pero también es un recurso la buena compañía y saber escogerlas. Demasiadas horas en silencio tampoco es recomendable, ni mucho menos convertir el silencio en una barrera que impida el contacto con otros y la construcción de relaciones saludables”.
Vergés concluye que tanto la creatividad, la genialidad, el éxito y la felicidad se pueden beneficiar y alimentar de buenos momentos en silencio.
UN APUNTE
Ruido nocivo
Desde mitad del siglo pasado, científicos notaron que vivir cerca de una zona de alto ruido, como un aeropuerto o una carretera, se correlaciona con efectos nocivos como una alta presión arterial. Esto más tarde se ha vinculado con insomnio, enfermedades del corazón y tinnitus. Hoy en día surge con fuerza el término que habla de contaminación sonora.
