Si tan solo un año atrás se hubiese actuado contra el narcotráfico como se ha actuado en estos últimos días las cosas hoy fueran diferentes
Si hace tan solo 10 o 15 años se hubiese enfrentado el narco con la determinación, responsabilidad y voluntad política con la que debió ser enfrentado y no se enfrentó hoy el narcotráfico no estuviese arropando al país
De igual modo, si solo unos años atrás se hubiese actuado con responsabilidad, decisión y voluntad política contra la delincuencia, cosa que no se hizo, hoy no viviéramos con este nivel de inseguridad.
Hubiese bastado que 20 años atrás los políticos y gobernantes hubiesen tomado la firme decisión de enfrentar la inhumana situación de arrabalizacion de los barrios marginados y hubiesen invertido en ello los recursos necesarios, cosa que no hicieron, hoy nuestras ciudades vivieran otra realidad y tendríamos más ríos.
Si 30 años atrás los partidos que nos han gobernado hubiesen invertido en el campo los recursos necesarios para modernizar la agricultura, incentivando al campesino para que no abandonara la tierra, dándole financiamiento y asesoría, además de asegurarle su cosecha, y dándole una vida mas digna, lo cual no se hizo, hoy la realidad del campo y de la producción agrícola nacional fuera otra cosa
Si 30 años atrás los partidos y políticos gobernantes hubiesen puesto en sus programas la educación como un objetivo estratégico, mediante la firma de un pacto de nación y lo hubiesen cumplido, cosa que no hicieron, hoy no fuéramos un país tan inculto ni tuviéramos el amargo galardón de estar en los últimos lugares en América Latina en cuanto a educación se refiere.
Si de 20 años para acá los síndicos hubiesen puesto en marcha planes masivos de educación ciudadana, hubiesen aplicado, sin contemplaciones, severas sanciones a los destructores del medio ambiente urbano, lo cual no hicieron, hoy nuestra ciudad no fuera la pocilga que es.
Cuán diferentes seríamos como país si hubiésemos tenidos mejores políticos, mejores partidos y mejores gobernantes.
La gran responsabilidad del desastre y el caos en que hoy vivimos, recae fundamentalmente sobre los pésimos gobernantes, pésimos políticos y pésimos partidos que hemos tenido a lo largo de estos años, quienes, actuando en función de sus intereses personales y grupales, no se preocuparon mínimamente por los intereses de su país.
Pero la culpa es también nuestra, pues no hemos sido capaces de saber escoger nuestros políticos y gobernantes Desgraciadamente, ya se está haciendo tarde.
Quizás y solo quizás, todavía quedan esperanzas… Siendo sincero, no niego que escribir este final me causó un gran dolor en el hondón del alma.