Urge una corriente crítica

El autor de estas líneas tiene más de 20 años escribiendo artículos políticos y dos años escribiendo esta columna de deportes, que busca afanosamente que siempre prevalezca la verdad.

He manifestado, quizás de una manera machacona, que me he formado bajo la sombrilla de Don Juan Bosch, quien enseñó al pueblo dominicano, que los temas de importancia, nunca deben analizarse con el corazón y mucho menos amparado en rencillas personales que enturbien el criterio y la actitud moralizante del escritor.

Por lo tanto, reitero que mi única pretensión en estos párrafos, a pesar de las quejas que manifiestan los “afectados”, es el fortalecimiento del deporte nacional y claro está, denunciar, mientras se me permita, a aquellos dirigentes que violan los códigos éticos del deporte sin ninguna consecuencia.

Hace muchos años que el mundo está cambiando. Se trasforma en nuestros pies. El mundo está desbocado, como decía Anthony Giddens. La llegada de Donald Trump han cambiado las reglas del juego, pero nuestros dirigentes deportivos, sobre todo, nuestros olímpicos, ingenuamente se han creído que el impacto es solamente en el ámbito político, como si los recursos públicos no cuentan en el deporte. Quienes están conscientes de lo que planteo, saben que al país, más temprano que tarde, le llegarán momentos difíciles, pues son muchos los millones que se manejan en el sistema olímpico y federativo sin una cultura de transparencia.

Es por eso, que pienso que la pequeña corriente crítica que existe debe ampliarse para que sirva de contrapeso a las inconductas de algunos federados que manejan las federaciones deportivas como sus feudos, tal y como lo reseñó el periodista Joel Adames.

Todavía estamos a tiempo de evitar pasar por la vergüenza de que sean los organismos internacionales que impongan las sanciones e inicien investigaciones. El caso más impactante es el del presidente de la Federación de Fútbol Osiris Guzmán, quien a pesar de haber salido airoso, todos recordamos que en el año del 2011 fue sancionado por la FIFA por supuesta violación al código ético en un escándalo que involucró a varios dirigentes internacionales.

En marzo del 2016, la Procuraduría Especializada de Persecución a la Corrupción irrumpió sus oficinas llevándose muchos documentos y se habló, sin confirmación alguna, de una distracción millonaria. Y hace algunas semana, la Comisión de Ética Independiente de la FIFA acaba de suspenderlo por 90 días, por violar la disposición que exige neutralidad política en escenarios deportivos construidos con dinero de la Federación Internacional de Fútbol Asociaco (FIFA).

Estoy más que convencido de que el Comité Olímpico Dominicano debe tener un departamento que dé seguimiento a sus federaciones en el orden de la transparencia.

Antes de que desde afuera destapen la olla de grillo de la Federación de Béisbol y los famosos préstamos millonarios que realiza, según rumores, un fenicio federado,. Lo ideal sería, que el COD y MIDEREC, llamen a capítulo a esos dirigentes.