¿Qué necesita la LNB?

Habría que ser un tonto o tener el corazón henchido de maldad para apostar al fracaso de la Liga Nacional de Baloncesto. Ese es un proyecto que viene dando pasos firmes y ahora bajo la presidencia de Antonio Mir se nota un desborde de entusiasmo, pero en honor a la verdad, sus triunfos han sido parciales y hasta el momento no ha podido consolidarse a nivel nacional. Debemos preguntarnos pues: ¿Qué ha ocurrido con un proyecto que aún teniendo un gran respaldo del empresariado no ha podido tener un éxito rotundo
a nivel nacional?

Los presidentes de la Federación Dominicana de Baloncesto han tenido mucho que ver con los inconvenientes de esta liga, pues desde su formación intentaron hacerlo sobre el cadáver del torneo del Distrito Nacional que monta la Abadina. Ejemplos de los atropellos que ha recibido la Abadina por parte de Fedombal para abrir espacio a la liga Nacional de Baloncesto se cuentan por cantidades industriales.

Bajo la dirección de esta llamada “’nueva era del Baloncesto” que dirige el ingeniero Rafael Uribe, la fecha del torneo del Distrito ha sido cambiada arbitrariamente en varias ocasiones para favorecer a la Liga Nacional de Baloncesto, creyendo el presidente de
la Fedombal que la fiebre está en la sábana.
La Liga Nacional de
Baloncesto está en un buen momento y tiene un buen respaldo, pero Antonio Mir debe hacer conciencia plena de que sus mejores aliados deben ser la Abadina y Abasado, que son las dos asociaciones que manejan la mayor cantidad de clubes del país y que pueden llevar entusiasmo a esas comunidades. He dicho varias veces que la Fedombal no forma atletas, sino que se beneficia económicamente y en apariciones públicas del trabajo que hacen esos entrenadores en los clubes para formar baloncestistas.

Las estrategias de la Liga Nacional de Baloncesto, que cuenta con 8 franquicias y que de manera muy acertada dedica esta versión al gran dominicano Federico Lalane José, deben estar diseñadas para integrar a la capital y al Gran Santo Domingo. Alguien tiene que decirlo: al inicio la liga fue muy excluyente. No tomó a los clubes en cuenta, olvidando que los primeros fanáticos a ser conquistados deben ser los de Abadina y Abasado, pero eso se logra mediante el diálogo,
no con imposiciones, ni arrogancia, como acostumbra hacerlo el presidente de la Fedombal, Rafael Uribe Vásquez.

Esta nueva versión del torneo Nacional de Baloncesto que inicia esta noche en La Romana, podría marcar su definitiva consolidación. Ojalá y puedan mantener las enseñanzas del Federico Lalane José en el sentido de que se respeten los acuerdos que rigen el evento y ver de que manera se colabora con los clubes que aportan la materia prima: los jugadores. La clínica de baloncesto que organizó en Santiago César Saint Hilaire, gerente general
de los ”Metros de Santiago” es una buena señal.