Deportes

Siempre con la verdad

Siempre con la verdad

Ramón Rodríguez

¿Qué pasará con Jaime?

En estos días he pensado en el ministro de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal. Y lo he hecho, porque en casi todas las tertulias deportivas es tema obligado barajar algunos nombres de quienes podrían sustituirlo. Hace algunos días, alguien me dijo que algunas verdades debían guardarse y aunque le dí la razón, mantuve mi convicción de que en algún momento debían salir a relucir.

¿Y cuáles verdades en relación a Jaime David y al ministerio de Deportes se han quedado ocultas? Lo primero que debo reconocer, es que Jaime David ha adecentado ese ministerio y ha aplicado un sentido del orden como nunca antes. Pienso que uno de sus puntos más luminosos ha sido su sensibilidad, al hacer posible que sectores olvidados hayan sido insertados en novedosos programas deportivos como: las mujeres y los discapacitados.

En este país, donde se miente a raudales, como decía el poeta argentino Juan Gelman, Jaime ha tenido que resistir los embates de algunos sectores acostumbrados a la improvisación. De ahí, que son muchas las federaciones que desde ya tienen velas encendidas y se frotan las manos en procura del decreto que los libere de las exigencias de este ministro que ha sabido equilibrar el exiguo presupuesto que recibe, pero sobre todo, que demanda que los dineros del Estado sean liquidados correctamente.

Si algunas críticas pudiéramos hacerle a Jaime David y que son extensivas al presidente del Comité Olímpico Dominicano, Luisín Mejía Oviedo, es que ambos han sido muy lenitivos con federados que ni siquiera están en la capacidad de resistir una mínima auditoria.

Los críticos más acerbos al ministro deberán reconocer algún día, que el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte se ha cuidado con esmero. No hay dudas de que se ha invertido con criterio de equidad en las instalaciones. Pienso que Jaime será un ministro recordado, no solamente por su estricto sentido de la limpieza, sino por la tozudez con que defiende sus ideas.

Mi profunda convicción es que en términos de percepción, Jaime David ha perdido la guerra. No ha valido su gran trabajo. Desde el Comité Olímpico Dominicano hasta el más humilde de los clubes, aspira a que Jaime sea reemplazado. No hablo por boca de ganso, como decía Bosch, anduve el país entero y conversé con el movimiento deportivo nacional.

Todo esto tiene su explicación en que muchas instituciones prefieren el desorden al orden, por razones que ya explicaremos en otras entregas. Mientras tanto, el Presidente Danilo Medina tiene la última palabra. Bien podría apostar a la gobernabilidad y al equilibro en el deporte nacional y optar por ceder en ese Ministerio a un partido aliado. De todas maneras, pienso que Jaime cumplió muy bien su rol. Donde quiera que lo envíe el presidente Medina, se llevará consigo con probada honradez.

El Nacional

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