Deportes

Siempre con la verdad

Siempre con la verdad

Terminó “reinado” de Jaime
Finalmente sucedió lo que todos sabíamos que iba acontecer: tenemos un nuevo ministro de Deportes. Mi convicción es de que el Presidente Danilo Medina quería dejarlo y Jaime David quería irse. Son muchos los que celebrarán la salida de Jaime de ese Ministerio, sobre todo, los que siempre apuestan
al caos, al populismo y algunas federaciones que ya se acostumbraron a hacer trampas.

Sin embargo, cuando venga el juicio sereno de la historia, tendremos que admitir, que  el ministro saliente demostró que se puede dirigir el deporte con un sentido del orden y con un criterio de inclusión, como sucedió con los discapacitados, los jóvenes, las mujeres y las provincias fronterizas.

El Presidente Danilo Medina está consciente de que despide a un ministro que cuidó con esmero el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte y que se preocupó por las instalaciones deportivas. Y sin quizás, a uno de sus ministros más honestos.

Danilo Díaz,
el nuevo ministro de Deportes, ha recibido una situación explosiva, atendiendo a nuestra pobre actuación en los Juegos Olímpicos, lo cual demandará de serios debates que expliquen nuestra involución, a pesar de las inversiones que hacen
el gobierno y las empresas privadas.

Aunque aparentemente el nuevo ministro de Deportes estaba alejado del movimiento deportivo, es innegable de que es un hombre formado en los clubes deportivos y culturales. Tiene la dicha de que encuentra un ministerio ordenado.

Ahora bien, su mayor responsabilidad será en insistir, como lo hizo Jaime David, en que el Comité Olímpico Dominicano y las federaciones deportivas sean cada día más transparentes. Sé que todo no fue color de rosa en la gestión
Fernández Mirabal.

Su relación con la prensa no fue buena, pero su mayor error, del cual se arrepentirá tarde o temprano, es el no haber mostrado expedientes de personas que no se merecen estar en el movimiento deportivo.

Es bueno que el nuevo ministro Deportes sepa, que Jaime David se hizo impopular, porque insistió en que las federaciones liquidaran correctamente los fondos públicos que otorga el Estado.

De todas maneras, hay una situación inevitable: urge un diálogo amplio, sincero y a profundidad entre el Comité Olímpico y Ministerio de Deportes. Pero debe ser sobre la base de la verdad. De reconocer debilidades y fortalezas. Ojalá y que en ese diálogo se ponga en agenda la situación de los clubes, los mal llamados: la base de la pirámide olímpica.

Hace muy bien Danilo Díaz en querer unificar todos los sectores del deporte. El gran diálogo debe venir. Es urgente, pero es imprescindible que salgan a relucir las irregularidades que cometen muchas federaciones y que Jaime enfrentó con responsabilidad. Esa es la verdad.

El Nacional

La Voz de Todos