Deportes

Siempre con la verdad

Siempre con la verdad

La olvidada Ley del Deporte
Contrario a lo que podrían pensar algunas personas que inciden en deporte nacional, el presidente de la República Danilo Medina está pendiente de lo que ocurre en el Ministerio de deportes.

Muchas de las iniciativas que emprendió Jaime David Fernández Mirabal fueron instruidas por el jefe de Estado.
Estamos seguros de que el nuevo ministro Danilo Díaz hará innovaciones y pondrá en ejecución acciones basadas en sus propias convicciones, pero de acuerdo a los informes que manejo, el ministro que hoy dirige la política deportiva de Estado del gobierno, también tiene instrucciones especificas: el presidente Medina quiere que Danilo sea enérgico con la transparencia en todos los estamentos donde llegan los recursos económicos del Estado.

Este es un país pequeño. Las noticias corren raudamente. Ya es sabido que el nuevo ministro de Deportes ha expresado entre amigos íntimos, que hará todo lo posible por mantener  la unidad en el movimiento deportivo, pero que no transigirá con la transparencia de los recursos. Y yo pregunto ¿Cuál es la forma más efectiva de garantizar la pulcritud? La respuesta es sabida por todos, aunque nos mantengamos en un cómplice silencio: la puesta en ejecución de la Ley General de Deportes 356- 05.

Yo no sé a ciencia cierta cuál es el misterio o el grado de complejidad que obstaculiza la puerta en marcha de esa ley. ¿Qué se oculta? ¿A qué se le teme? ¿A quién perjudica? ¿Por qué oponerse a organizar el deporte bajo el amparo de una ley que ya existe? Constituye un caso insólito, el que un país pequeño como el nuestro, disponga de un presupuesto de 2 mil 150 millones para el deporte, con una Ley de Deportes engavetada.
El olvido de la ley de marras es un crimen.

Cicerón y Séneca hicieron famosa la frase “a quién beneficia el crimen” para buscar los responsables del delito. Jaime David salió del Ministerio sin luchar por esta ley.

El Comité Olímpico Dominicano y su presidente Luisin Mejía han guardado un silencio inexplicable. Los federados, muy prestos a luchar por sus presupuestos, tampoco han exigido debidamente el uso de la ley.

Los clubes deportivos, los más llamados a exigir a que se desempolve dicha ley, se han mantenido al margen. Una verdadera lástima. Es bueno que se sepa, que caSI todos los países del área tienen su ley de deporte en vigencia. Esas leyes establecen claramente que es competencia exclusiva del gobierno, dirigir la politica deportiva del Estado. Aunque nuestra ley lo establece y tiene una motivación especial al respecto, a veces el COD se maneja como si dirigiera la política oficial en materia de deporte y esto hay que deslindarlo para evitar fricciones futuras.

Alguien deberá poner el cascabel al gato. Pienso que Danilo Díaz tiene un escenario perfecto para hacer lo que nunca se ha hecho en deporte: poner en marcha la Ley General de Deportes.
Manos a la obra ministro.

El Nacional

La Voz de Todos