Deportes

Siempre con la verdad

Siempre con la verdad

Ramón Rodríguez

¿Y el Albergue Olímpico?
La Revolución Francesa ha sido la más profunda que ha conocida la historia moderna. Cambió los cimientos de una sociedad estamental injusta y abusadora.

Y todo eso fue posible, porque la misma sociedad parió a Voltaire, Rousseau, Montesquie, D´Alembert, Diderot, Helvetius, el barón de Holbach y una lista interminable de pensadores que fueron críticos de los males sociales. ¿A qué me refiero? A que en el arte, la educación, el deporte, la política y cualquier manifestación social, el método de la crítica es vital para el logro de los objetivos.
Y hago esta introducción histórica, porque todos escuchamos al presidente del Comité Olímpico Dominicano, Luisín Mejía, vender las virtudes del Albergue Olímpico, proyecto que viene dando tumbos, desde que el doctor Joaquín Balaguer aportara 8 millones de pesos para iniciar el ambicioso proyecto, sin hacer algunas críticas pertinentes.

Cuando Luisín Mejía expresó en algunos escenarios, que ese complejo deportivo serviría, además de garantizar excelentes resultados competitivos, a la captación de divisas a través del turismo deportivo y otras actividades, algunos pensaron que se trataba de argumentos utópicos al estilo de Tomás Moro y Tommaso Campanella, pero el jefe del COD tiene sobrada razón en ese sentido, sólo, que nadie ha sido lo suficientemente crítico para decirle, que en estos momentos, el Albergue Olímpico no tiene ni el personal humano capacitado, ni los recursos económicos para dar mantenimiento a una estructura de esa naturaleza, pues con 3.5 millones de pesos, que es lo que recibe el COD mensualmente, es impensable manejar esa estructura.

En pocas palabras: el Comité Olímpico Dominicano no está en condiciones de asumir ese compromiso. Y pensar que el momento oportuno para para iniciar el proyecto fue durante los Juegos Panamericanos del 2002, donde se invirtieron casi 6 mil millones de pesos, pero al movimiento deportivo le faltó visión y no incluyó esa obra en el paquete. Hoy fuera otra la historia.

Todo indica que el ministro de Deportes, Danilo Díaz, tendrá que acudir en auxilio del proyecto o hacer las diligencias para que lo asuma el sector privado.

Pienso que Luisín Mejía jugó su rol en términos teóricos, pero en términos prácticos, Danilo Díaz tendrá que asumir una participación estelar para que esas instalaciones no se conviertan en un elefante blanco.

Yo sé que el ministro pondrá todo su empeño por su condición de clubista a carta cabal, pero definitivamente que Luisín tiene que contribuir a transparentar el deporte, pues el presidente Danilo Medina está interesado en que los recursos que se invierten sector deporte, se manejen con pulcritud y en ese terreno, Danilo Díaz ya ha manifestado en varias reuniones, que habrá tolerancia cero para quienes pretendan usar indecorosamente los recursos del Estado. Hay que apostar a la transparencia.

El Nacional

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