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Siempre con la verdad

Siempre con la verdad

Ramón Rodríguez

Una vida de servicio al país
Ha sido un interminable debate entre los historiadores modernos, si debemos ensalzar las grandes figuras, reconociendo sus aportes sociales para bien orientar a las futuras generaciones o si al contrario, debemos exaltar los acontecimientos históricos sobre los cuales éstos se han apoyado para emerger como hombres de importancia.

El crítico social escocés Thomas Carlyle sostuvo hasta el último suspiro de vida, que el avance de la civilización era obra exclusiva del individuo y no de las masas. Creía en el héroe. Mientras repasaba algunas páginas olvidadas de Erich Fromm, me encontré con este razonamiento: “El hombre se ha transformado en un ser de consumo
y siente su vida como un capital que debe ser invertido provechosamente…” “Su valor reside en el precio que puede obtener por sus servicios, no en sus cualidades de amor y razón”.

¿Hacia dónde es que quiero llegar? pues que las personas cada día se tornan más egoístas, envidiosas, desleales, individualistas y carecen de la honestidad para valorar y agradecer a quienes han aportado con su sapiencia y sacrificios para que seamos mejores en todos los sentidos.

Por eso, hoy escribo sobre la figura del profesor Nelly Manuel Doñé, quien ha
alcanzado notoriedad en el área deportiva por
acciones concretas beneficiosas para el país. El profesor Doné tiene el mérito, de haber fundado junto
a Leo Corporán, el Club Mauricio Báez, siendo uno de sus presidentes
y asesor permanente de una institución modelo en América en los aspectos de deporte, salud, cultura, educación y servicios a la ciudadanía.

Los que tenemos el privilegio de escribir algunas cuartillas debemos asumir algún grado de culpabilidad por no resaltar a nuestros grandes hombres, pues muy pocas veces se ha dicho, que el profesor Doñé fue el director técnico de los Juegos Panamericanos del 2003, celebrados en país con la asistencia de 42 naciones. Como director Técnico, Nelly Manuel recibió calificaciones de excelencia para orgullo del país. Es justo decir, que ese hijo de Villa Juana ha sido el intelectual, -Sé que no le gusta el término- el ideólogo de las normativas legales en el olimpismo, actualizando los estatutos del Comité Olímpico, creándole sus reglamentos disciplinarios, así como, su código de ética. Ese marco conceptual que ha impregnado el profesor Doñé, ha sido vital para mantener el equilibrio y la gobernabilidad en el seno del COD.

Al igual que Thomás Edison, quien probó de miles formas como brindarnos el invento de la luz, Nelly Manuel asumió compromisos desde muy joven en busca de la libertad del pueblo dominicano. Sé que los jóvenes de ahora y muchos de los que integran el movimiento deportivo, ignoran su militancia en la Línea Roja 14 de junio, donde a diario expuso su vida en defensa de los sindicatos, estudiantes, obreros clubes y sobre todo, los campesinos, a quienes se dedicaba a concienciar.

Es difícil intentar biografiar al profesor Doñé sin relacionarlo con su compañero de lucha de toda una vida: Leo Corporán.
En un mundo de tanta falsedad, debemos preguntarnos: ¿Cómo es posible que ambos se hayan podido mantener por más de 50 años juntos, unidos, en hermandad, debatiendo ideas, con ideas encontradas en muchas ocasiones, pero siempre fortaleciendo el Mauricio Báez y su fundación? Qué gran enseñanza nos han dado.

El Nacional

La Voz de Todos