Ramón Rodríguez
El reto de los clubes
Es apasionante escribir acerca de los clubes. Fue el polifacético Walter Raleigh, escritor, poeta, político, corsario y caballero inglés quien tuvo la genial idea de conformar pequeños grupos con fines literarios, aunque más tarde la Francia revolucionaria de finales de Siglo XVIII conocería los clubes de los jacobinos y cordeleros con fines revolucionarios.
En la República Dominicana, la aparición de los clubes constituye todo un fenómeno político y social en plena guerra fría, pues fueron la genuina expresión de una juventud idealista que luchó en todos los terrenos para tener una sociedad más justa.
Así como Juan Pablo Duarte se valió de la Filantrópica y la Dramática para concienciar a los que seríamos dominicanos, así fueron los clubes deportivos y culturales, el espacio desde donde se enfrentó, no solamente el gobierno del doctor Joaquín Balaguer, sino el sistema capitalista, satanizado por Carlos Marx, Federico Engels, Vladimir Lenin, Rosa Luxerburgo y Mao Zedong.
Éstos y otros pensadores, así como Fidel Castro y la Revolución Cubana, influenciaron el liderazgo clubil, el cual penetró con eficacia en todos los estamentos de la sociedad dominicana.
El tema de los clubes ha vuelto a ocupar los espacios periodísticos, luego que el profesor Jimmy Sierra escribiera algunos artículos sobre la historia del Club Mauricio Báez, El periodista Orión Mejía también se ha ocupado del tema en su columna “A rajatabla”. Recientemente, el Ministerio de Deportes ha tomado algunas iniciativas que describe claramente sus prioridades. El ministro Danilo Díaz se trazó como meta inmediata remodelar cien canchas en sus primeros cien días.
Esa meta está cumplida y lo importante es que se ha hecho a nivel nacional. Alegra que el presupuesto de deportes se derrame a nivel nacional. No hay dudas de que los clubes deportivos, otrora bastiones del arte y la cultura, ocupan un espacio de prioridad en la agenda del ministro de Deportes.
Pienso que vamos en camino de devolver a los clubes su sitial, y así lo demuestra las designaciones que acaba de hacer el ministro de Deportes de dos figuras emblemáticas de los clubes en la Provincia de Santo Domingo.
Me refiero a Augusto Martinez, presidente del Club Pueblo Nuevo, quien es el nuevo director de Deportes de la provincia y el incansable presidente del club Calero, Andrés Liberato José. Ambos tienen un gran reto, pues se requiere un verdadero despetar de los clubes.
Tanto Andrés Liberato como Augusto Martínez tienen la experiencia para garantizar unos mejores juegos municipales y provinciales. Pero quizás, su mayor aporte podría ser, dar seguimiento al desempeño de los clubes, pues algunos reciben recursos del Estado sin mostrar resultados.
Ojala y que estas iniciativas de Ministerio de Deportes sirvan de estímulo para el despertar de los clubes. Mientras tanto, todos esperamos los artículos de Leo Corporán y Nelly Manuel Doñé sobre el verdadero origen del club Mauricio Báez.
