Donald Trump y el deporte
Cuando Donald Trump puso su mano sobre la biblia que le había regalado su madre al terminar sus estudios primarios, para ser juramentado como el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos, empezaba a cabalgar sobre un país dividido en todos los órdenes, comparado, guardando el tiempo y la distancia, solamente con el período de Abraham Lincoln antes de iniciar la Guerra de Secesión estadounidense de 1861.
Con sus destempladas declaraciones el presidente del Coloso del Norte ha herido sensibilidades,
no solamente en el amor propio de países como México, sino en el área del deporte, afectando así, la multimillonaria industria del entretenimiento.
Aconteció pues, que figuras como la súper estrella del baloncesto mundial LeBron James y la leyenda del boxeo Julio César Chávez manifestaron públicamente su rechazo a las pretensiones de que el magnate neoyorquino ocupara la casa blanca.
Nunca antes ningún candidato presidencial había provocado reacciones tan adversas en el sector deporte.
Algunos jugadores de la NBA, por ejemplo, optaron por cancelar contratos que habían hecho para pernoctar en los hoteles del hoy presidente estadounidense. Aunque es un axioma de que el deporte es el vehículo más efectivo para unir a los seres humanos sin importar sus nacionalidades, es innegable que las decisiones políticas del primer mandatario han afectado el desenvolvimiento deportivo en su más alto nivel.
La nueva orden ejecutiva que acaba de firmar el presidente Donald Trump, que ratifica la prohibición de entrada a territorios norteamericanos de ciudadanos de Siria, Irán, Libia, Yemen, Somalia, y Sudán, ha provocado que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino declarara al mundo, que aunque los Estados Unidos es de los países favoritos para obtener la sede para la Copa Mundial de Fútbol del 2026, esa decisión pone en peligro la opción americana, puesto que hay que brindar garantías de que no habrá ningún tipo de impedimentos para los países clasificados, sin importar las nacionalidades.
La Copa Mundial del 2026 tendrá la novedad de que por vez primera jugarán 48 países, es decir, 16 selecciones más. En vez de jugar los acostumbrados 64 partidos, serán 80.
El atractivo de la sede norteamericana bajo el nuevo formato agregaría más de mil millones de dólares a esa fiesta del deporte mundial. Todo dependerá de que Donald Trump flexibilice su posición y dé garantía de que no habrá impedimentos
a los atletas provenientes de países musulmanes y otros con impedimentos.
Los aficionados del fútbol están preparados para dar todo su apoyo a la Copa Mundial que se jugará en Rusia por vez primera en el 2018. Se espera todo un acontecimiento. Desde ya, Qatar está diseñando como sorprender al mundo como sede de la Copa que se escenificará en el 2022.
En el mes de mayo del 2020 se elegirá cual será
la sede del evento mundial del 2026. Si Trump persiste en el veto migratorio, le será muy difícil a los Estados Unidos ganar la sede.
