Baloncesto y educación
En su discurso de rendición de cuentas, el presidente Danilo Medina se comprometió con la familia del deporte nacional
a iniciar un proceso indetenible de masificación y fomento de las disciplinas deportivas en todo el territorio nacional.
Aunque quizás lo más importante del anuncio presidencial, fue que ese salto en el deporte se haría desde los centros escolares, ubicados en el más apartado rincón de la nación.
El primer mandatario, quien es un amante de los deportes, tiene conciencia plena de que con la introducción programada y planificada del deporte en las escuelas, se logra el desarrollo integral de miles y miles de niños y jóvenes provenientes de familias
humildes de nuestros barrios y campos.
Y yo pregunto: ¿Por qué el Presidente hizo hincapié en las 150 canchas que rescató el ministró de Deportes,
Danilo Díaz y que ya sirven de lugares de esparcimiento? Pues, sencillamente, porque la disciplina del baloncesto se presta con menos dificultad al proceso de masificación y fomento. ¿Y qué pasa con nuestro baloncesto? ¿Está masificado? ¿Hay un fomento real? ¿Tiene el presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto, Rafael Uribe Vásquez, conciencia de lo que se persigue en materia deportiva?.
Yo pienso que el baloncesto se masifica de una manera silvestre. No hay programas. No existe una estrategia encaminada a masificar esa disciplina en las escuelas públicas ni en los colegios.
El ejemplo más evidente del descontrol de nuestro baloncesto es la gran cantidad de torneos llamados superiores. Un verdadero caos, que muchas veces los medios de comunicación no se hacen eco de los desórdenes originados en esos eventos, cuando lo ideal es, que la Federación de Baloncesto y su presidente Rafael Uribe se concentren en cuatro o cinco torneos que realmente llenen los requisitos, pero el presidente de la Fedombal prefiere llenar las arcas de su entidad, cobrándole a esos eventos, en vez
de establecer el orden.
El presidente de la Fedombal y su Comité Ejecutivo tienen el chance de casarse con la gloria, pues manejan la disciplina deportiva más idónea para llevar a cabo los deseos del Presidente de la República y su ministro de Deportes. La decisión está en manos del Comité Ejecutivo de la Fedombal: masificar con un criterio apegado al desarrollo integral o seguir enfocado en cobrar el famoso porcentaje que deben dar los jugadores de los torneos superiores.
Frank Prats, Aldo Leschhorn, Sergio Tavéras, Iván Mieses, Cuqui Langa, Víctor Hansen, José Corporán, Cristina Montilla, Matilde Guerrero, Yelda Trinidad, Silvia Espinal, Vilma Guerrero, entre otros, son expresiones genuinas de que podemos tener atletas de alto nivel y llegar a ser grandes profesionales con capacidad de aportar al país. ¿Y por qué pudimos hacerlo antes con menos recursos que ahora? El reto está ahí. Es innegable que hoy podrían aparecer algunos baloncestistas bien formados, pero no son producto de un programa.
