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Siempre con la verdad

Siempre con la verdad

Ramón Rodríguez

Tiempos para reflexionar
Es propicia la ocasión para reflexionar, precisamente en estos días en que los seres humanos, sin importar su religión, ponen su atención reverentemente en una de las figuras más trascendentales de todos los tiempos: Jesús. Hay episodios en la vida del hijo del hombre realmente conmovedores que nos obligan a reflexionar
y a escoger la humildad como un modelo de vida.

Jesús de Nazaret no tenía riquezas materiales, ofertaba un reino de justicia y amor. A pesar de esa triste mirada, Jesús poseía una personalidad atrayente, irresistible, imponente.

Siempre me ha deslumbrado el momento en que el Cristo fue presentado ante Poncio Pilato. Éste, acorralado ante la presencia de un hombre inocente a quien se le violaban todos sus derechos, lucía nervioso, indeciso, torpe y pusilánime.

Jesús pronunció estas palabras que perduran eternamente en los oídos de los hombres de buena voluntad: “He traído la verdad”. Pilato, ensimismado, atónito y atrapado en ese momento de alta categoría histórica para la humanidad, sólo atinó a decir: ¿Qué es la verdad? pero  le faltó el valor para escuchar la respuesta de ese ser superior y dio la espalda cobardemente y desde ese momento, echó su nombre al olvido y al zafacón de de la historia.

Jesús tuvo momentos paradigmáticos que resaltan sus virtudes. Quizás el más notable fue cuando entró a Jerusalén en el famoso burrito, mostrando toda su humildad y cuando echó a los comerciantes del templo, condenando a los ladrones.

Motivado en esa fuente inagotable de sabiduría y amor, estamos compelidos a hacer ciertas reflexiones en torno al movimiento deportivo nacional. Pienso que las condiciones están creadas para definir un plan estratégico nacional perdurable que defina los logros del país de una manera holística por los próximos 20 años. De seguro que ese será el gran legado de Danilo Díaz y el equipo de mujeres y hombres que le acompañan.

Estoy convencido de que el Comité Olímpico Dominicano y su presidente Luisín Mejía podrían jugar un rol estelar en la consecución de este objetivo. El COD no está usando todo su peso específico en materia de deporte y este es el momento para hacerlo. De quedarse rezagado, crearía una asimetría dañina para los propósitos de Miderec.

Estamos a tiempo, nuestros atletas han sido gloriosos y tienen el respaldo del pueblo dominicano. Nuestros entrenadores son buenos, pero podrían ser mejores y la única forma de colocarlos en la élite, es preparándolos con cursos de capacitación, como tantas veces ha sugerido el viejo Leo Corporán.

¿Qué nos hace falta entonces? Detener las intrigas. Denunciar los dirigentes
corruptos que manejan los millones de las federaciones sin presentar las liquidaciones. Aspirar a los puestos sin necesidad de calumniar a los demás aspirantes. Aprender a respetar las
decisiones colegiadas.

Y sobre todo, a mantener el principio ético de conservar lo temas tratados en las reuniones internas
y no divulgarlos con intenciones dañinas. En estos momentos de serenidad de espíritu, creo firmemente en que debemos empujar el carro del deporte en la misma dirección, sobre la base de la moralidad, respeto y amor a un pueblo que siempre ha apoyado a sus hijos cada vez que la patria los ha llamado a participar en prestigiosos eventos internacionales.

El Nacional

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