Nueva York.- Simpatizantes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en esta ciudad, les recordaron al sacerdote Manuel Ruíz, que “la voz del pueblo es la voz de Dios”, lo que significa que la opinión popular y mayoritaria del pueblo revela la voluntad del Señor y debe obedecerse, o sirve para indicar que, sean o no acertadas, las creencias populares se imponen por su fuerza irresistible y no es prudente y aconsejable oponerse a ellas, porque es oponerse al deseo del Todopoderoso.
En un documento entregado a este reportero, expresan que el Padre Ruíz sabe muy bien que todo buen político se debe a su pueblo y los dominicanos quieren que Danilo Medina continúe más allá del 2016 para seguir pagando la deuda social que el estado tiene contraída con el país desde su fundación, indicaron.
El Padre Ruiz ha planteado públicamente que entre el presidente Danilo Medina y Leonel Fernández existe un pleito por la reelección, y que los políticos nos tienen acostumbrados a criticar la reelección cuando es otro el que está en el poder, pero cuando se le toma el gusto a la silla presidencial se profanan los principios y que la historia se encargará de confirmar o negar lo que plantea.
Aseguraron que el Padre Ruíz está en lo cierto sobre la reelección, “porque es la mayoría del pueblo dominicano quien ha estado pidiendo reiteradamente a nivel nacional la reelección de Medina por su forma de gobernar transparente, establecer el 4% a la educación, sacar de la pobreza más de medio millón de dominicanos pobres en solo dos años, hacer un nuevo contrato con la Barrik Gold para favorecer el país, la Banca Solidaria, haber beneficiado más de 100 mil pequeños y medianos empresarios, la instalación del sistema 911 y las visitas sorpresa.
Añadieron que el pueblo pronostica la reelección de una manera tan maravillosa, que se diría que está dotado de una facultad oculta de prever lo bueno y lo malo, a sabiendas que a los presidentes los obligan las circunstancias y el mandatario está favoreciendo a los más necesitados, recordando lo expresado recientemente por el Obispo de San Francisco de Macorís, Fausto Mejía Vallejo, que comparó al Presidente Medina con el Papa Francisco en termino de humildad y servicio al prójimo.
Especificaron al sacerdote que si en nuestro país no existirá la corrupción, donde miles de millones de pesos van a parar al bolsillo de particulares, él podría criar el triple de los niños huérfanos que cría, abrir más hogares para discapacitados de los que tiene abierto, más posadas de Belén para acoger niñas embarazadas, ampliar la Red de abogados para seguir llevando a la cárcel los corruptos, criminales y violares.
El Padre Ruiz dejó sus funciones en el Palacio Nacional como Enlace entre el Poder Ejecutivo y la Iglesia Católica y expresa que sus superiores le comunicarán oportunamente si hay una decisión distinta a la presente.
El comentarista de “El Gobierno de la Mañana” Álvaro Arvelo aseguró que el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez mandó a renunciar al padre Manuel Ruiz de su cargo y se proponía retirar los capellanes de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, pero que la acción no pudo materializarse porque habría intervenido el nuncio apostólico, Jude Thaddeus Okolo.
Los simpatizantes del PLD en Nueva York remembraron lo proclamado por el Cardenal, el 20 de septiembre pasado, “Danilo ha hecho un gran gobierno, eso no puede desconocerlo nadie. Sobre todo a mí me han sorprendido mucho las visitas dominicales a los campos; eso es algo inédito en la RD, pero me opongo a una reelección del mandatario, porque no se puede estar cambiando de manera antojadiza la Carta Magna para acomodarla a una gestión gubernamental”.
La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) expresó luego, que la renuncia del Padre Ruíz no fue institucional, sin previa consulta, y obedece a razones personales, que no corresponden en todas sus partes a los criterios y posición de los obispos del país, asegurando que seguirán trabajando de la mano con el Gobierno, y que la Iglesia continuará ofreciendo al país y al Gobierno su colaboración y contribución en las obras sociales, especialmente en los sectores de la educación, la sanidad, la promoción humana y la caridad.
Entre los firmantes figuran Ernesto Lavandier, José Altagracia Morel, Claudia Rivas, Milena María Luna, Héctor Bienvenido Soto, Higinio Rodríguez, Dolores Matos, Miladys Molina, Santos Meregildo Melenciano, Luis Medina Antón, Hilda Bautista y Anacleto Duarte, entre otros.
