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Sólo uno de cada 100 dominicanos ha superado la barrera de la pobreza

<P>Sólo uno de cada 100 dominicanos ha superado la barrera de la pobreza</P>

Sólo el uno por ciento de los dominicanos  escapó de la pobreza debido al crecimiento desigual en el ingreso laboral, revela el más reciente informe del Banco Mundial contenido en un estudio.

Y el último estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo 2008 sitúa a  Santiago con un 23.2 por ciento de pobreza general (21.4 por ciento de pobres y 1.8 por ciento de indigentes).

El  primer período examinado es el que va del 1997 al 2002.

Pero esa proporción en vez de mostrar progreso se profundizó y agravó la situación de la población en general.

Más grave aún, indica el informe denominado Estudio socioeconómico para el ordenamiento territorial del municipio de Santiago, es lo sucedido a causa de la crisis financiera del 2002 al 2004.

Algunas cifras que se van a mostrar más adelante se hallan bastante cerca de ser la dura realidad del momento actual de crisis en términos de desempleo y de escasos ingresos económicos, violencia, desempleo e inequidad, entre otros, como la criminalidad y los asaltos.

Un millón y medio de personas, producto de esa crisis, cayó en la pobreza.

De esa cantidad 670 mil se vieron  reforzados a reducir su consumo de productos alimenticios básicos.

El poder de compra se redujo en un tercio de la población dominicana.

En ese período las mayores tasas de pobreza fueron en 2002 (56.3  por ciento) y 2003 (61.70 por ciento, señala el Estudio socioeconómico para el ordenamiento territorial del municipio de Santiago.

Parecida alza mostró la pobreza extrema, del 28.44 por ciento al 33.01 por ciento, lo que representó que por encima de 450 mil personas cayeron en ese estado de indefensión último.

Se establece en la investigación que para fines del año 2004 la “asimetría” entre diferentes segmentos sociales era pronunciada.

Mientras las familias pobres recibían el 4 por ciento del ingreso nacional, las de clase media alta y alta concentraron el 56 por ciento.

De acuerdo a diversos estudios analizados por esta investigación, entre el 2006 y el 2008, la tasa de pobreza extrema general marcó una tendencia a la baja.

En el 2006 fue aproximadamente de un 13 por ciento la extrema y un 37 por ciento la general.

En el 2007, 12 por ciento pertenecía a la pobreza extrema y 37.8 por ciento a la general.

En el primer trimestre de 2008, 11.9 por ciento llegaba a la extrema y 35.2 por ciento se mantenía en la general.

Declara que a pesar de la “gran cantidad” de recursos públicos destinados (2004-2008) a subsidios y programas de transferencia (superior al gasto público combinado en educación y salud) y del crecimiento sostenido de la macro-economía nacional, el impacto a favor del desarrollo humano, la reducción de la pobreza fue muy limitado.

Analiza que a mayor pobreza más alto nivel de analfabetismo en las personas de 15 años o más.

En el segmento de los indigentes, fue del 58 por ciento, mientras que en los pobres la tasa alcanzó el 23 por ciento. En parecidos términos se incrementó la deserción escolar.

Más del 55 por ciento de la población entre 0 a 12 años y el 49 por ciento de 13 a 18 años vivían en la pobreza, inequidad, violencia e inseguridad.

Los más afectados fueron las familias que carecen de los ingresos imprescindibles para cubrir sus necesidades fundamentales.

Para el caso de la ciudad, la tasa de pobreza fue menor, el 19 por ciento.

Se comenta en el estudio que en ese proceso y en cuanto a Santiago, (que fue impactado por el cierre de empresas de zonas francas), como ha ocurrido en otras ciudades atrapadas por el incremento de la pobreza, la marginalidad y la baja calidad de vida, acentuó la formación de bolsones de indigentes caracterizados por el alojamiento de familias por debajo de la línea de pobreza, en zonas vulnerables.

Las áreas suroeste y sureste de Santiago densamente pobladas, son lugares donde predomina la pobreza y la indigencia en las condiciones más precarias y carentes del derecho a la vida digna.

IDH

El Informe sobre Desarrollo Humano incluyó el Índice de Pobreza Humana (IPH). Al contrario que el IDH, destaca las carencias que impiden a las personas mejorar sus condiciones de vida. Pone de manifiesto la privación de las oportunidades.

El Nacional

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