Opinión

Soluciones a corto plazo

Soluciones a corto plazo

El gobierno del presidente Medina está aplicando “soluciones a corto plazo” para resolver problemas prioritarios en variadas áreas del territorio nacional. En ese sentido, está proporcionando ayuda a los pequeños productores y  grupos artesanales, que de otro modo no podrían avanzar. No nos oponemos a eso.

Sin embargo, se trata de soluciones regionales  para pequeños grupos, sin más trascendencia que la que tienen para ellos. Esto significa que se hace necesario programar y poner en práctica otros proyectos que beneficien a las comunidades, como por ejemplo aquellos que tienen que ver con la generación de energía, sea hidráulica o fotovoltaica, llamada popularmente solar.

En el mercado hay actualmente paneles solares con potencia de 350 Watts,  utilizados muy racionalmente por la iniciativa privada. Y el gobierno puede, a través de financiamiento de Alemania, China o Estados Unidos, resolver una parte sustancial del problema energético.

El país tiene las condiciones orográficas necesarias  para aprovechar pequeños saltos de agua y construir pequeñas hidroeléctricas generadoras de electricidad, para “desconectar” a las comunidades de un sistema eléctrico que funciona mayormente a base de petróleo importado, que constituye una sangría de divisas  contra el país, que carece de ese combustible.

En días pasados se informó que las autoridades tienen en carpeta alrededor de 40 proyectos de ese tipo, de los cuales 20 micro centrales hidroeléctricas están en operación, y benefician cerca de 2,000 familias en todo el país, mientras que hay unos 11 que están en ejecución e igual cantidad en estudios.

Eso aparenta que está muy bien, pero es necesario que se ofrezcan al pueblo mayores detalles sobre las mini-hidroeléctricas a construir, como por ejemplo su capacidad de generación, costo y aspectos técnicos, pues por pequeños que sean, cada uno de esos proyectos deben estar sostenidos por un riguroso estudio geológico que garantice su seguridad.

No nos oponemos a las negociaciones que hace el gobierno para instalar nuevas plantas operadas con carbón, que tardarían no menos de tres años a partir del momento de su inicio, como tampoco a la continuidad de la construcción de las presas Las Placetas, en  Santiago,  detenida porque su presupuesto está sometido considerado sobrevaluado.

Insistimos en el uso de pequeñas presas y la instalación de los paneles solares, que en pocos meses entrarían en operación, para paliar un poco la crisis energética.

Estas soluciones a corto plazo, son viables,  siempre que se ajusten técnicamente. Si en esos pequeños ríos no  se construyen las pequeñas hidroeléctricas, en temporadas de grandes lluvias y tormentas, sus aguas producen más daños que beneficios.

El Nacional

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