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Sonidos de la naturaleza ayudan a rendir en el trabajo

Sonidos  de la naturaleza ayudan  a rendir en el trabajo

MADRID. (elmundo.es). Mantener la sonrisa en el trabajo y rendir como el que más. Según un grupo de investigadores del Instituto Politécnico Rensselaer (Nueva York), escuchar sonidos de la naturaleza como el de un río ayuda a mejorar tanto el estado de ánimo como las capacidades cognitivas.

Como explican en el 169 Congreso de la Sociedad Acústica Americana, que se está celebrando esta semana, cada vez más oficinas modernas emplean música de fondo con el objetivo de otorgar cierta privacidad a las conversaciones. Es una especie de sistema de enmascaramiento del sonido que a cierta distancia convierte las palabras en ininteligibles.

Así, las distracciones también se reducen. Los cercanos, problamente los que están implicados en la conversación, pueden seguir el hilo, y los que están más lejos, ni acceden al contenido de la misma ni les incomoda. “Su conversación se desvanece por la señal de enmascaramiento”, puntualiza Jonas Braasch, autor del trabajo, especialista en acústica y músico en el Instituto Politécnico Rensselaer.

Estos sistemas de enmascaramiento, expone Braasch, “están diseñados a medida para cada espacio de oficina por consultores especializados que estudian los mejores rincones para instalar los altavoces, discretamente escondidos en el techo”.

Durante los últimos 40 años, “la señal de enmascaramiento estándar empleado es ruido electrónico elegido al azar”, conocido como “ruido blanco”.

En esta misma línea, Braasch y su equipo han realizado un estudio con enmascaramiento inspirado en sonidos de la naturaleza, para ver si funcionaban igual que el ‘ruido blanco’ o cualquier otra señal convencional.

En comparación con el silencio o la música habitual, los autores comprobaron que las habilidades cognitivas de los empleados mejoraban con el sonido del río en la montaña.

Un total de 12 participantes estuvieron expuestos a tres estímulos sonoros diferentes mientras desarrollaban sus tareas laborales diarias: ruidos típicos de oficina sumados a una señal de música, a sonidos de la naturaleza o sólo los ruidos propios de la oficina.

Paisaje del Parque de Monasterio de Piedra.

El sonido natural imitaba el de “un arroyo en la montaña. Siendo lo suficientemente aleatoria, no llegó a ser una distracción”, apunta Alana DeLoach, uno de los responsables del trabajo. “Esto es clave en cualquier sistema de enmascaramiento éxito”. Además, lograba que los trabajadores que lo escuchaban fueran más productivos y mostraran mejores estados de ánimo que el resto.

Teniendo en cuenta esto, Braasch propone usar los sonidos de la naturaliza en otros entornos. “Se podría utilizar para mejorar los estados de ánimo de los pacientes ingresados en hospitales”. Para aquellos que pudieran criticar este tipo de estrategias por parte de los empresarios, Braasch argumenta que “el empleo de sistema de enmascaramiento con sonidos naturales no difiere mucho de empresas que se afincan cerca de la costa, para que sus trabajadores puedan estar expuestos a la influencia de las calmantes olas del océano”. “Todo el mundo diría que es un gran ejemplo”, agrega. “Estamos utilizando medios sonoros para lograr ese mismo efecto”.

El Nacional

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