Actualidad Noticias importante

Sostiene no dijo hubo descuido técnico en AES

Sostiene no dijo hubo descuido técnico en AES

El ingeniero experto en temas de energía, Antonio Almonte, sostuvo ayer que los términos de la información publicada por El Nacional el pasado viernes sobre la situación de la planta AES Andrés no se corresponde con la declaración escrita que ofreció a este medio.

En una carta al director de El Nacional, Bolívar Díaz Gómez, el ingeniero Almonte aclaró que nunca se refirió a que el problema en la planta AES de electricidad se debió a descuido técnico.

A continuación el texto de la carta de Almonte a El Nacional:
“Ni por escrito ni de manera verbal he afirmado que el accidente producido en la planta eléctrica AES Andrés, el pasado lunes 3 de septiembre, se debió a un descuido técnico de los operadores de la central, como me atribuye el titular de la noticia sobre el tema publicado esta tarde viernes 14 de septiembre en el vespertino bajo su dirección.

“No puedo hacer esa afirmación porque ni he visitado la planta AES, ni tengo ninguna evidencia fáctica que me indique que así sucedió.

“Es mi deber, como ciudadano y como profesional, apegarme a los hechos y también respetar la imagen y reputación de empresas que como AES tienen una sólida trayectoria de calidad técnica y gerencial en el país y en el extranjero.

“Mi declaración sólo indicaba la necesidad de una investigación rigurosa por las autoridades reguladoras a los fines de determinar si la secuencia de eventos desatados por el rayo y que terminó con la destrucción del turbogenerador y auxiliares tuvo también otros causales. Más nada.

“Le solicito con todo respeto tenga a bien hacer pública la presente declaración para contribuir a la mejor edificación de sus lectores y la ciudadanía en general”.

 

Lo que dijo el ingeniero Antonio Almonte

En una parte de su declaración del viernes a El Nacional sobre los daños ocasionados por una descarga eléctrica o rayo a la planta eléctrica AES Andrés, que aporta 300 megas al sistema de electricidad, el ingeniero Antonio Almonte manifestó:

“Ese tipo de situación ocurre, casi con absoluta seguridad, en plantas donde los operadores no prueban ni verifican regularmente la válvula de control o pare, sino que la dejan abierta a una carga fija y la misma termina acumulando partículas y elementos sólidos que sedimentan y bloquean luego su cierre automático aunque las señales de los elementos de protección le lleguen a tiempo. Trabajar en una planta eléctrica con la válvula de pare sin frecuente verificación es una barbaridad técnica y económica”.

(El título principal de El Nacional del pasado viernes “Atribuyen a descuido técnico salida planta genera 300 megas” se basó en ese párrafo de la declaración del ingeniero Almonte).

Esa parte parece ser la conclusión de las consideraciones del reputado técnico sobre lo que pasó en AES Andrés el 3 de septiembre a causa de la descarga eléctrica o rayo que AES Dominicana alega fue causante de la destrucción del sistema completo de recuperación de calor y turbogenerador de la central.

Almonte aseguró que cuando se presenta un incidente de esta naturaleza “tiende a concentrarse un extraordinario flujo de vapor en el turbogenerador que eleva exageradamente su velocidad, frecuencia y vibraciones por encima de sus límites de resistencias”.

Según explicó, “para evitar lo peor las plantas como AES tienen múltiples mecanismos automáticos de protección que se disparan e inician el cierre de la entrada de vapor al turbogenerador”.

Afirma que “todos esos mecanismos de disparo y control actúan sobre la llamada válvula stop o pare que inmediatamente se cierra y termina satisfactoriamente el curso del evento o accidente. Incluso si por coincidencia esos múltiples mecanismos eléctricos y mecánicos de control fallasen, existe uno intrínseco, asociado a la velocidad de rotación del eje, que si sobrepasa ciertos valores entonces también ordena a la válvula de pare para el cierre”.

Añade que “la velocidad alcanzada por el eje en el caso del accidente de AES fue tal que según imágenes públicas el mismo se rompió en dos”. Es aquí donde Almonte se pregunta: “¿Cuál es la verdad de esto?” Y se responde:

“Simplemente que debido a su extraordinaria importancia las válvulas de stop son rigurosamente probadas de manera directa y sencilla casi todos los días en una central como AES.

Como es muy poco probable que tantos controles distintos e independientes uno del otro fallen el mismo día y a la misma hora, lo más probable es que la gran falla estuvo en la válvula de pare, que se mantuvo abierta y permitió que siguiera entrando energía térmica que no tenía salida eléctrica ni como disiparse y que terminó destruyendo el sistema de turbogenerador”.

 

El Nacional

La Voz de Todos