Opinión

“Superbacterias”

“Superbacterias”

Doña Ana, sufre una afección crónica (varices en las piernas) que ocasionalmente se revientan y la hacen sangrar. Para prevenir esta y cualquier otra condición de salud, ella toma diariamente ampicilina que compra sin receta en cualquier farmacia del país. Esta práctica errónea y también frecuente con los animales de granja, es lo que da origen a microorganismos resistentes a los antibióticos.

Fue Alexander Fleming quien el viernes 28 de septiembre de 1928 descubrió la penicilina, antes de ese memorable evento, los humanos estábamos a merced de los microorganismos que hasta por una simple infección, que ahora se cura con una semana de antibióticos, podía poner en peligro la vida. Sin embargo, las bacterias han seguido evolucionando y adaptándose para resistir a los medicamentos.

En mayo de este año, investigadores del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en Bethesda, Maryland, EE UU, informaron la aparición de una superbacteria resistente a los antibióticos de último recurso, en una mujer de 49 años con una infección causada por Escherichia coli con una mutación del gen que le hacía inmune al fármaco.

Este tipo de superbacterias resistentes vuelve a llamar la atención sobre la necesidad de utilizar los antibióticos de un modo más racional, tanto en el tratamiento de personas como su uso en animales. En la recién finalizada Asamblea General de Naciones Unidas, se emitió una declaración para coordinar a los Estados miembros en el combate de esta emergencia sanitaria.

Las medidas propuestas irán en varias líneas: diseñar los incentivos económicos para fomentar la innovación en este tipo de medicamentos; limitar su uso en granjas donde se emplean en pequeñas dosis para favorecer el engorde. Por último, además de controlar el mal uso de los antibióticos, también se deberá trabajar para garantizar el acceso a estos medicamentos a grandes partes de la población mundial.

Se estima en alrededor de 5,7 millones de personas mueren anualmente por infecciones tratables. La vigilancia de estas poblaciones descuidadas ayudará a controlar mejor las infecciones y a reducir las posibilidades de que aparezcan resistencias. Ahora la tarea más difícil es convencer a Dña. Ana.

El Nacional

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