Samir Rizek, presidente de los Gigantes del Cibao, proclamó anoche que hizo todo el esfuerzo posible para que su equipo ganara porque quería la corona para el pueblo de San Francisco de Macorís.

“Todos los directivos trabajamos sin descanso, pues sabíamos la importancia para los francomacorisanos de tener un título del béisbol invernal dominicano para entrar a la historia”, me comentó Samir.

Los Gigantes, en el séptimo partido de la serie final, vencieron fácilmente a las Estrellas 12 carreras por 5 para frustrar las aspiraciones de los orientales, que tenían ansias de romper un maleficio de 47 años sin “ver a linda”.

Generación

Samir Rizek, el principal ejecutivo de los campeones, dijo que una de sus grandes satisfacciones de haber ganado el título, es que estaban en el play muchos amigos de su generación.

“Leo, nací en 1971 y pude compartir este glorioso triunfo con mis amigos de infancia. Y eso es grandioso, no tengo palabras para describir esa emoción”.

Pidió a Dios

Rizek reveló que en la mañana de ayer le pidió a Dios que le diera a los Gigantes el triunfo en San Francisco, pero de lo contrario que lo hiciera en San Pedro. Aclaró, que si no hubieran ganado la corona, “yo estaría conforme, pues eso es lo que quería el Señor”.

Chocolate

Samir Rizek se desayunó con una taza de chocolate, pero expresó que no fue por cábala. Y agregó sonriente: “Leo, eso lo hago cuando voy a pelear”.

Los Gigantes son unos grades campeones.

El pueblo de San Francisco merece esa enorme victoria.

¡Salve campeones!

Hasta Mañana, si Dios quiere, dominicanos