-Y II-
Por un lado, es cierto que ninguna compañía o sector empresarial no compra o financia un evento si no lo va a proyectar a través de los medios de comunicación.
Pero también es cierto el valor comercial que generan los eventos deportivos a través de los medios. ¿Acaso puede haber alguna actividad comercial que genere a través de los medios más recursos que unas olimpiadas, una Copa Mundial de Fútbol, una Serie Mundial de Béisbol, una Serie Final de la NBA o de la NFL?
En ese tenor, quiero traer a colación el caso reciente de la crisis suscitada en la NBA, que amenazó el comienzo de la temporada de la misma, debido a una crisis de carácter económico entre los dueños de los equipos y los jugadores por los beneficios que dejaban.
Un dato estadístico nacional muestra el auge y la proyección del deporte a través de los medios de comunicación. En sentido general podemos decir que en República Dominicana tenemos de 500 a 900 programas deportivos en radio y televisión y de 400 a 700 cronistas deportivos. Solamente Santo Domingo tiene unos 52 canales de televisión y cada uno tiene por lo menos tres programas deportivos.
También observamos que los cables tienen un espacio de programas deportivos, es decir, canales únicamente dedicados al deporte. Actualmente, muchos de los programas populares de farándula tienen buenas secciones deportivas.
El deporte se ha convertido en un ente recreativo tan poderoso, que ha sido en múltiples ocasiones capaz de paralizar el país. Si no, ¿Quién no recuerda como se paralizó el país, pendiente de Félix Sánchez cuando corrió en los Juegos Panamericanos y en las Olimpiadas?
¿Quién no recuerda como Félix Díaz se robó la atención del país cuando su pelea por la medalla de oro en las olimpiadas de China?
¿O cuando Gabriel Mercedes ganó medalla de plata en los juegos de China y de oro en los Juegos Panamericanos en Guadalajara, México?
¿O el impacto nacional que ocasionó el jonrón 600 de Sammy Sosa? ¿O como nos sentíamos de emoción al escuchar nuestro himno nacional en las Olimpiadas de China?
Estamos pues ante un fenómeno de masas, un fenómeno comercial y hasta delante de un fenómeno generador de conflictos sociales, como es el caso de los hinchas o fanáticos del fútbol.
Sabemos que un peligro que acecha al deporte profesional a nivel mundial es la comercialización. Pero esto, en una sociedad planetaria, mundializada es un peligro que acecha a cualquier actividad humana.
Creo que el deporte es un gran medio de prevención que tenemos en la sociedad para canalizar las energías de adolescentes y jóvenes y evitar la caída estrepitosa de las nuevas generaciones en las drogas, la delincuencia y otros males sociales que hoy nos aquejan.
Estamos de acuerdo con la modificación de la ley 72-02 sobre Lavado de Activos provenientes del tráfico ilícito de drogas y sustancias controladas y otras infracciones graves, para que se incorpore al Instituto Nacional de Educación Física (INEFI), para que se modifique el artículo 33 de dicha ley y se pueda asignar al INEFI un porcentaje que oscile entre un 5% a un 10% de los fondos que se adquieren por la distribución de fondos establecido por la ley ya mencionada.
Como legislador, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para favorecer a través de normativas el deporte dominicano. Sobre todo, creo que el país debe abocarse a una profunda revisión de su política deportiva, de forma tal que podamos ser más competitivos en materia deportiva, pero también que podamos desarrollar una mayor presencia del deporte en el sistema educativo dominicano.
Proponemos importantizar los juegos deportivos escolares por municipios, provincias y regionales y que estos conlleven a juegos deportivos escolares nacionales.
Plantemos la necesidad de desarrollar una cultura de educación física permanente, con profesores e instructores bien entrenados y mejor tratados.
Sugerimos que cada tres anos se puedan renovar las instalaciones deportivas en cada provincia y así aprovechar para los juegos nacionales.
Plantemos el fortalecimiento de los clubes deportivos, de manera que puedan contar con asesoramiento, supervisión, apoyo en sus actividades deportivas y premiar sus esfuerzos y logros.
Creo que debemos fundamentar la base del movimiento deportivo dominicano, a través de programas integrales que articulen familia, escuela, la comunidad, los clubes y los diferentes sectores productivos de la sociedad.
Estamos convencidos de que la sana convivencia deportiva de adolescentes y jóvenes de ambos sexos puede ayudar a contribuir a reducir la violencia intrafamiliar, conyugal y de género, fomentando una cultura de paz, propósito siempre levantado en todas las actividades deportivas.
Tenemos que fortalecer aquellas disciplinas deportivas donde tenemos posibilidades de competir en eventos internacionales. Esto no se logra con eventos puntuales, sino con procesos educativos que permitan reconocer nuestros talentos deportivos y ponerlos en condiciones óptimas que permitan el pleno desarrollo de sus facultades y potencialidades.
Se podría decir que después del Presidente de la República, el ministro que más sale en los medios es el de deportes, de forma tal, que para una persona que busca promocionarse, el nicho más adecuado es que logre ser ministro de deportes.
El Deporte tiene que ver con una conjugación poderosa en la sociedad: educación, recreación y comunicación.
Podemos decir que la educación dominicana adolece de una integración del deporte como actividad sustancial del crecimiento y desarrollo humano de las nuevas generaciones.
vapor y la electricidad: la voluntad
Fernán Caballero
La voluntad puede y debe ser un motivo de orgullo mucho más que el talento.
Honoré de Balzac
Hasta mañana, si Dios quiere, dominicanos.
