HealthDay News. Parece que unas técnicas comunes para ayudar a los bebés (y a sus padres) a dormir de noche no conllevan daños a largo plazo, según un pequeño ensayo. El estudio evaluó dos métodos: el “extinción gradual” (que también se conoce como “llanto controlado”) y el “atraso de la hora de irse a la cama”.
La primera estrategia busca permitir a los bebés que se “consuelen a sí mismos” de forma independiente, sin una intervención inmediata de parte de los padres. El segundo método retrasa la hora del bebé de irse a la cama, para ayudar a que se duerman más rápidamente.
Los investigadores encontraron que ambos métodos estimulaban que los niños se durmieran con mayor rapidez a la hora de irse a la cama. El método del llanto controlado también les ayudaba a despertarse menos veces durante la noche.