Tengo una adicción: las noticias, y un canal recurrente: CNN, aunque no olvido a mi querida Telesur ni a la TV cubana. Así equilibro los mensajes y me doy una idea de por dónde anda el mundo.

Mire detenidamente el discurso de Trump ante el Congreso, con una amiga muy querida que es ciudadana norteamericana, y ella me decía: “Es Su Norteamérica Chiqui, como lo es la de Bernie. Quizás ya se aburrió de ganar tanto dinero y el y su claque han decidido hacer algo por su país”.
Y si han decidido ahora, bajo el liderazgo de Trump, hacer algo por el país que han exprimido inmisericordemente pues ¡enhorabuena! Hay que dejarlos que a lo interno de USA hagan lo que quieran hacer. Es su país y los pobres, y en eso tienen razón, han pasado de una decepción a otra, han estado esperando por demasiado tiempo. ¿Qué es un loco? ¿Y que han estado haciendo los cuerdos en los gobiernos norteamericanos? ¿O no estamos ya en una tercera Guerra Mundial fragmentada?
El único cambio significativo que note en el discurso fue que cuando hablo del muro no dijo que México tendría que pagarlo, y eso es un giro importante.

A América Latina no debe importarle lo que Trump haga a lo interno de su país, el proteccionismo que ponga en práctica, su cuestionamiento de la OTAN, o su determinación de pelear contra el ISIS con la cooperación de Rusia.

Lo que América Latina y el Caribe, lo que el Tercer Mundo tiene que imponer es su dignidad y como decía el expresidente Lagos, afirmar “Todos somos México”, “hasta aquí llega su delirio antimigranteSr. Trump”, aunque algunos sostienen que ahora que es presidente Trump va a subvertir la estrategia demócrata de convertirse en partido vocero de los inmigrantes y a todos los que no tienen records criminales les va a otorgar la residencia.

Y tenemos que imponer nuestra preocupación por el cambio climático, por el problema a largo plazo del agua potable y por relaciones comerciales mas equitativas.

Porque nuestros países no tienen la culpa de la falta de nacionalismo de las corporaciones norteamericanas que trasladan sus operaciones a nuestra region en busca de mayores ganancias. No se puede seguir victimizando a la víctima y si el Sr. Trump desconoce la historia, que la desconoce, que se busque otro tutor que no sea el infame Bannon, de cuya revista estamos y estuvimos siempre asqueados.

Y dejemos a Rusia en paz, cuyo único objetivo, según Kissinger, es asegurar sus fronteras. A fin de cuentas Crimea no es Canadá ni México y por ende, ¿En que amenaza a Norteamerica?
Y, ya, ¡apaguemos el televisor!