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Terremoto de Haití deja al descubierto factores  que estaban olvidados

<P>Terremoto de Haití deja al descubierto factores  que estaban olvidados</P>

La inmensa y previsible tragedia haitiana deja girando en un espacio de dimensiones concretas, los siguientes elementos:

a) Se necesitó la catástrofe desaforada, además de la que ya era Haití, para que la comunidad internacional se moviera y se conmoviera con sus problemas, agravados.

Los medios internacionales habían publicado, sin que dejara apenas ningún lastre solidario loable, que había haitianos haciendo galletas de lodo para comer.

b) El efecto dominicano de un temblor que se puede considerar leve, contrastado con Haití, es el descubrimiento de 111 escuelas con paredes cuarteadas por el efecto telúrico.

c) Lo que esa realidad, expuesta por el secretario de Educación, Melanio Paredes, es la presencia una estructura, multiplicada por más de cien, con una zapata deficiente y varillas excesivamente delgadas.

d) Esa realidad se constató durante la ocurrencia del terremoto de 2004 cuando un centro escolar de Puerto Plata se desplomó debido justamente a ese fallo que es grave, pues se trata de riesgos de muerte en niños y adultos inocentes y muy expuestos durante un terremoto.

e) El levantamiento de escuelas sin condiciones estructurales adecuadas constituyen más que una negligencia, todo un crimen.

f) Al término de los acontecimientos trágicos en Haití se inician nuevas relaciones de un acercamiento sin precedentes, con el respeto mutuo de sus diferencias culturales e históricas entre esa nación y la República Dominicana.

g) Los dominicanos, una vez más, mostraron su espíritu solidario para con los haitianos.

h) Ya no se va a hablar a nivel internacional de elementos altamente nocivos para la imagen dominicana como los de “esclavitud” u otras nociones perversas puestas a circular en medios europeos y estadounidenses.

i) El terremoto en Haití es una lección importantísima para la República Dominicana colocar sus barbas en remojo a partir de las múltiples fallas que hay por debajo del subsuelo.

j) No hay un “empoderamiento” aún de esa realidad y parece que no lo va a haber hasta antes de la tragedia dominicana que seguramente está por venir independientemente de que se quiera o no.

k) La severidad con que hay que actuar, demoliciones preventivas incluidas, respecto a edificaciones mal diseñadas y peor construidas, no se ve por ninguna parte.

l) Se trata, de acuerdo al ausente espíritu preventivo que ronda casi toda Latinoamérica y que no es exclusiva de República Dominicana, de esperar que ocurran los hechos para después actuar a contra reloj.

Se trata, el descuido y la ausencia de rigor, de una “cultura,” un comportamiento y un estilo.

m) La ciencia prevé temblores aún peores en su intensidad, para los que no hay una preparación apreciable, que los de 2004 y 2010.

n) Las construcciones antisísmicas del país, si se contaran con los dedos de las manos,  no llegan a diez, de acuerdo a lo que se ha establecido en seminarios y simposios con expertos en la materia.

ñ) Los eventos de advertencia ni las palabras que sólo construyen en abstracto, pueden lograr apenas nada a la hora de una eventualidad de gran magnitud. Que nos encuentre confesados.

El Nacional

La Voz de Todos