La siniestra ola terrorista que promueve el Estado Islámico se ha cobrado la vida de 13 personas durante un atentado en Barcelona. En una acción que se ha repetido en Francia, Alemania, Reino Unido, Suecia y Estados Unidos, el conductor de una furgoneta arremetió contra peatones en el emblemático paseo de Las Ramblas.

Además de los muertos, decenas de personas resultaron heridas durante el ataque reivindicado de inmediato por el Estado Islámico.

El sello de atentar contra inocentes que nada tienen que ver con sus demandas no deja la menor duda, además de elevar el desafío contra las potencias que encabezan la cruzada contra el terrorismo.

Lo ocurrido ayer en la ciudad española aumenta el pánico en todas las latitudes, pero sobre todo en los espacios más receptivos para el ocio y la diversión. Nadie parece seguro en ninguna parte. Conjuntamente con el repudio desde hace tiempo es más que obvio que el terrorismo merece una contundente respuesta.