Persona non grata
Por segunda ocasión el reguetonero puertorriqueño Don Omar hace de la suyas burlándose del público dominicano, como ya lo había hecho con la prensa convocada para hablar con él sobre su actuación en el pasado Festival Idolos Latinos, presentado en el Estadio Olímpico Félix Sánchez.
El pasado sábado el reguetonero volvió a dejar plantado al público que asistió al concierto Sim plemente El Torito, que presentó Héctor Acosta en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua.
Luego de meses de promoción este reguetonero no se apareció no obstante haber enviado personal de su equipo a la prueba de sonido el sábado en la tarde.
Al finalizar el concierto el manager de Acosta y el equipo de producción explicaron a los miembros de la prensa que desconocían las razones por las que Don Omar no se presentó. Don Omar debe agradecer al Torito su última pegada en República Dominica. Después de varios intentos ha logrado cierto reconocimiento con el tema Maldito Email grabado a dúo con Acosta. No debió pagarle de esa manera. Ahora el reguetonero alega que problemas de salud impidieron su actuación, pero la tarde del sábado, en twitter, alegaba que estaba en Punta Cana y llegaría tarde a su compromiso en el teatro La Fiesta por desperfectos en el helicóptero que lo trasladaría a Santo Domingo. ¿A quién le creo? ¿Cuál es la verdad? Si es que entre estas dos existe alguna. La verdad es que Don Omar, quien le debe mucho al público dominicano, responsable en gran medida de su éxito, viene actuando con una irresponsabilidad que espanta desde que medios internacionales se hicieran eco de los problemas que confronta con su esposa.
Irrespeto
Hace poco el reguetonero lanzó todo tipo de improperios contra ejecutivos de Univisión, porque en uno de sus programas tocaron el tema de los problemas en su matrimonio.
No hay que esperar que este reguetonero, quien necesita hoy más que nunca de su público porque está de capa caída, vuelva a irrespetar al pueblo dominicano. Desde ahora hay que declararlo persona non grata y que se vaya con su musiquita para otra parte.
